El año 1934 fue cuando el profesionalismo entró de lleno Japón y el beisbol se convirtió en uno de los deportes más admirados del país. Aunque desde 1870 dio los primeros de manera amateur, no fue sino 64 años más tarde cuando la afición nipona empezó a disfrutar de jugadores así como de equipos que hicieron leyenda en las nueve décadas que tiene la disciplina en la nación asiática.

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Justamente, el viernes 29 de marzo se dará inicio a una nueva campaña de la Nippon Professional Baseball (NPB, por sus siglas en inglés) donde las doce organizaciones que integran la competición que, para muchos, es la más fuerte de esa zona y por escasa diferencia a la de Corea del Sur, la KBO, quieren ser la mejor de todas al final de la justa en noviembre cuando se dispute la Serie del Japón.

Torneo de alto calibre

Desde su creación de manera formal, la NPB ha ofrecido diversos nombres de envergadura que también coquetearon en los Estados Unidos como Hideo Nomo, Ichiro Suzuki, Hideki Matsui o Kazuhiro Sasaki.

Pero en la actualidad, el máximo estandarte de Japón lejos de sus fronteras es la estrella de los Dodgers de Los Ángeles, Shohei Ohtani, quien desde que pisó el estado de California en la campaña 2018, despertó un interés inesperado que no se había percibido en los últimos tiempos.

Aunado a ello, son los vigentes monarcas del Clásico Mundial y el cetro obtenido el pasado año en Miami sobre la anfitriona, permitió que la misma liga esté teniendo más destaque en los medios de comunicación.

Japón es líder absoluto del ranking de la Confederación Mundial de Beisbol y Sotfbol (WBSC) tanto en la rama masculina como la femenina.

Algo que a corto y mediano plazo deberá beneficiar para que más peloteros jóvenes sigan los pasos de aquellos atletas que escribieron su propio capítulo en la NPB.

Los Gigantes de Yomiuri son los máximos ganadores de la NPB con un total de 22 trofeos guardados en sus vitrinas.

Pero otros clubes como Leones de Seibu (13) o Halcones de Fukuoka le siguen de cerca en ese prestigioso palmarés.

Fuerza latina

El cubano “Chico” Barbón (1957) y el venezolano Robert Marcano (1975) fueron los primeros beisbolistas no nacidos en Japón que dieron la talla desde que vistieron los uniformes de Bravos de Hankyu y Golondrinas de Yakult.

Marcano fue el primer campeón individual de carreras impulsadas de la Liga del Pacífico con 94 rayitas y además fue la primera vez que un latino obtuvo tal reconocimiento.

Con el pasar de los años, otros siguieron esa senda exitosa como los antillanos Alfredo Despaigne y Yulieski Gourriel, los venezolanos Roberto Petagine, Alex Ramírez, Tony Blanco y Ernesto Mejía, el mexicano Luis Cruz o el dominicano Héctor Luna.

Bajo este balance, no quedan dudas que el aporte de los latinoamericanos en la pelota japonesa ha ayudado a que su nivel creciera con solidez.

Venezuela dice presente

Para la zafra que se inicia esta misma semana, diez criollos tendrán la oportunidad de dar lo mejor de sí en sus clubes.

José Osuna (Yakult) será referente de la legión intervendrá en la justa. Leandro Cedeño, Marwin González, Anderson Espinoza y Andrés Machado (Orix), Yohander Méndez y Rougned Odor (Yomiuri), Darwinson Hernández (SoftBank), Jesús Aguilar (Seibu) y Miguel Yajure (Yakult) son los otros que debutarán.