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“En la emergencia climática, ganar lentamente es lo mismo que perder”

Greta Thunberg comenzó su protesta solitaria para exigir acciones contra la emergencia climática cuando tenía 15 años, actualmente con 19 años, la adolescente sueca es la voz de toda una generación, además de inspirar un movimiento global de millones de jóvenes en más de 180 países. 

También ha alzado su voz una y otra vez a gobiernos y empresas para que asuman su responsabilidad ante lo que ella llama «una emergencia existencial».

Desde el 6 de noviembre de este año, representantes del mundo se reunirán en la nueva cumbre de cambio climático, COP 27, en Egipto. Para Thunberg, esto significa un tema crucial que no debe eludirse, es el de la justicia climática y las compensaciones a los países pobres. Es un asunto central del nuevo libro de la adolescente, en el que cooperaron numerosos expertos y que lleva por título  «El libro del clima».

Greta Thunberg concedió una entrevista a Amol Rajan, editor de medios de la BBC, acerca del peso de la fama, sus planes, la justicia climática y las claves para detectar el «lavado verde».

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«El Libro del Clima»

De esta manera  la chica contó cómo se involucró en todo este tema ambiental, no es de conocimiento público que la heroína climática sufrió depresión durante mucho tiempo, esto se resume a casi tres años, una época en la que no hablo con nadie sumado a que faltó mucho a la escuela.

Todo esto fue causado debido a muchos factores, la pequeña estaba deprimida por el estado del mundo en general, que para ella parecía simplemente sin sentido, lo que la ayudó a recuperarse fue que encontró algo que le apasionaba, comentó que hoy en día parece que hay muchas personas que carecen de un propósito, de un sentido en su vida.

Emergencia climática es igual a una «Emergencia Existencial»

Greta lidiando con la emergencia climática

También expresó que, “estamos todos dando vueltas en esta rueda de hámster, tratando de ganar dinero, de acumular «me gusta» en las redes sociales, lo que sea.”

Algo que a ella no le genera felicidad, muchos otros encuentran un propósito en esta lucha por la justicia climática, sintiendo que están haciendo algo que tiene un significado importante.

Por otra parte, su libro habla de soluciones prácticas, entre ellos se  exploran algunos de sus puntos de vista acerca de temas como la energía nuclear, comentó que es algo que la gente está usando mucho para distraer.

En esa misma línea, comentó que se habla de este tema como si fuera una solución que resolverá todo, si se tuviera que reemplazar los combustibles fósiles con energía nuclear no existiría el tiempo para hacerlo. Nuestro presupuesto de CO2 (lo que podemos emitir para alcanzar el cero neto en 2050) se agotará en menos de una década con el nivel de emisiones actuales.

Asimismo, mencionó otro tema polémico, como lo es el fracking, de los cuales ella asume que el gas de esquisto y el fracking sean una solución de transición, porque nos atan aún más a una dependencia de los combustibles fósiles, de esta manera piensa que tenemos que avanzar hacia la energía renovable real.

Habló del papel de la tecnología y en qué medida cree ella que será una solución, diciendo que esta “es absolutamente esencial y debemos invertir lo posible para poder desarrollarla. Al mismo tiempo, debemos reconocer que no será suficiente. También se requieren otras cosas, porque necesitamos recortes de emisiones drásticos e inmediatos a una escala jamás vista. Además de el hecho que hoy en día no contamos con tecnología que pueda por sí sola resolver el problema en un futuro previsible.

Por último, comentó sobre la pandemia y cuáles piensa ella que fueron las grandes lecciones que dejó, particularmente la respuesta de los políticos ante esta, dijo que, “En muchas partes del mundo, se trató como una emergencia. La gente en el poder dijo «haremos lo que sea necesario porque no se puede poner precio a la vida humana» .Se mostró que si queremos tratar una emergencia como una emergencia, podemos”.