El Fideo protagonizó uno de los grandes dramas del verano del año pasado cuando, tras regresar al Real Madrid luego de una gran actuación en el Mundial de Fútbol Brasil 2014, el argentino se sentía merecedor de una mejor posición y un mejor salario dentro del equipo blanco, exigiendo no sólo la titularidad, sino además conseguir ingresos de hasta 8 millones de euros.

En vista de que los directivos del Real Madrid no estuvieron de acuerdo con cumplir sus deseos y le pusieron como tope un ingreso anual de seis millones de euros, Di María comenzó a protagonizar una oleada de rumores y noticias donde no dejaba dudas de su descontento. Fue así como el jugador argentino obtuvo una oferta del Manchester United por 75 millones de euros, que elevaba su nivel y su cotización como internacional, y abandonó La Liga para incorporarse a la Premier League.

Ahora que Ángel Di María viste una de las camisetas más costosas del fútbol inglés, el rendimiento del jugador no ha sido el esperado y la prensa deportiva compara su desempeño con el del alemán Ozil para el Arsenal. El Manchester United no ha conseguido participar en los torneos continentales, es cuarto en la liga inglesa y tiene una actuación modesta. A esto hay que sumar que el argentino perdió la ansiada titularidad.

Uno de los últimos escándalos de Di María en el escenario futbolístico inglés se produjo en el partido ante Los Gunners, donde recibió dos tarjetas amarillas injustificadas. La primera de ellas por fingir descaradamente una falta y la segunda por tocar al colegiado. Louis Van Gaal, director técnico de los Red Devils y entrenador de la selección holandesa, mostró su descontento ante la actitud antideportiva del argentino, que consiguió una de las expulsiones más absurdas que se han visto en los últimos años.