El mundo de la ciencia y la tecnología biométrica se divide, básicamente, en dos grandes bloques según los rasgos intrínsecos de cada individuo a estudiar y/o analizar, bien sean rasgos conductuales o físicos. Uno de ellos (quizás el más conocido) es el que tiene que ver con esto último y lleva por nombre Biometría Estática.
Según publicación de Ramiro Helmeyer (experto en seguridad y blindaje), la Biometría Estática se podría definir como el estudio, a través de métodos automáticos, de la anatomía del individuo. O, dicho en otras palabras, de las características físicas del mismo.
El experto indica que entre las principales aplicaciones de esta parte de la tecnología biométrica destacan los análisis de las huellas dactilares, de la geometría de las manos, del estudio ocular (específicamente del iris y de la retina), del reconocimiento facial, de la termografía, y hasta de la distribución de las venas en el dorso de las manos y los dedos.
¿Para qué se suele usar? ¡Para todo! Especialmente para las áreas de seguridad y salud, sectores que se ven altamente beneficiados por las características propias de tan particular tecnología que permite desde la obvia identificación de personas (y objetos) hasta la determinación concreta de diagnósticos, pasando por la eliminación de riesgo a robos o extravíos (y un sinfín de usos más).
Más específicamente hablando, Ramiro Helmeyer enumera un conjunto de aplicaciones que se ven beneficiadas por la Biometría Estática:
- CONTROLES DE ACCESOS
- CONTROLES DE PRESENCIA Y PRODUCCIÓN
- GESTIÓN DE HORARIOS
- GESTIÓN DE ASISTENCIA (ESCUELAS, UNIVERSIDADES, TRABAJOS, ETCÉTERA)
- ACCESOS A EQUIPOS INFORMÁTICOS
- CONTROL DE ASCENSORES Y/O ESTACIONAMIENTOS
- ACCESOS A COMUNIDADES
- GESTIÓN DE ESCLUSAS
- DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES Y PATOLOGÍAS
- CONTROL DE MATERIAL MÉDICO
