Venezuela es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, pero tiene varias especies en peligro de extinción, siendo una de ellas el oso frontino

EC.- El oso frontino es un plantígrado único en Sudamérica caracterizado por tener una mancha en la frente, una altura de casi dos metros en estado de adultez, y de aproximadamente 70 kilogramos. Tienen muy desarrollados los sentidos del olfato, vista y percepción, lo que lo hace una criatura muy escurridiza. Su pelaje negro le permite no ser detectado en su ambiente natural ya que su ecosistema está siempre cubierto de neblina, además de contener una intrincada vegetación.

Este animal se encuentra actualmente en peligro extinción, y las causas son varias, destacando las actividades que realiza el ser humano. La Fundación Yammine lo explica más al detalle:

Estudios estiman que el número de osos frontinos en Venezuela ronda a los 1000 ejemplares, pero se cree que hay un poco más. Para ayudar a su conservación se han puesto en marcha algunas medidas que buscan preservar a esta especie y así garantizar su mejor futuro. Entre ellas se encuentran:

Tala y quema: La tala y quema de árboles se realiza frecuentemente para aprovechar la madera y utilizarla en la fabricación de casas u otras obras, esto ocasiona el desplazamiento del oso frontino al no encontrar comida debido a que los suelos quedan infértil y agua, pues, los depósitos se contaminan irremediablemente.

Destrucción de los bosques: El oso de anteojos como también se le conoce, vive en bosques con abundante vegetación y debido al crecimiento urbano, estos ambientes han sido blanco de muchos proyectos como carreteras o puentes lo que hace que se pierda este hábitat, reduciendo así el nivel de población de este hermoso animal y su posible extinción.

Caza inescrupulosa: Este plantígrado es considerado como un peligro para el ganado y los cultivos, especialmente el de maíz, por esto es que se produce una cacería furtiva y en muchos casos su muerte. Hay cazadores que solo buscan venderlo ya sea para tenerlo como una mascota exótica, para ser exhibido en algunos circos o para comercializar algunas de sus partes, esto hace que el número de esta especie encontrada en la naturaleza sea cada vez menor.

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Seguimiento continuo: Debido a la vulnerabilidad en que se encuentra el oso andino, el gobierno venezolano ha venido promoviendo desde el año 2014 una Red de Investigación y Seguimiento Ambiental. Su propósito es tener un correcto manejo del hábitat que no solo garantiza la supervivencia de este animal, sino de toda la diversidad biológica existente en la zona andina.

Concienciación de las poblaciones locales: Concientizar a las poblaciones cercanas a los bosques donde habita el oso frontino, permite que las personas puedan convivir de manera armónica con esta especie y evitar enfrentamientos que pueda acabar con estos plantígrados.

El oso frontino tiene un papel importante en el equilibrio ecológico de su hábitat ya que contribuye de manera directa en la conservación de la fauna y flora de los diferentes ecosistemas andinos. De ahí la importancia de mantener su espacio natural para salvarlo de su posible extinción.

(Con información de Fundación Yammine)