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«Lata de Agua» un apoyo de Francia sembrando soluciones para las escuelas de Petare

En los zigzagueantes laberintos de Petare, específicamente En las comunidades de Barrio Nuevo y Mirador del Este, educadores y la comunidad organizada encontraron la eficaz ayuda de la embajada de Francia en Caracas para realizar el proyecto «Lata de Agua», y reciclar agua de lluvia para suministrar del servicio a dos escuelas, un ambulatorio y cultivar un huerto escolar.

Su lema es no solo quejarse, sino además ofrecer soluciones a un problema grave.

En el año 2020 un equipo de mujeres habitantes del sector Barrio Nuevo, en Petare, sumando sus esfuerzos para estimular el desarrollo de una iniciativa social ecológica, por medio de la cual mitigan el considerable problema de la carente distribución de agua potable para el preescolar Fermín Toro, la escuela Pedro Felipe Camejo y un módulo de salud en la zona.

“La falta de suministro de agua potable en los centros educativos obstaculiza que los alumnos puedan tener su horario de clases completo. En un intento para solucionar el problema se le pedía a los niños que trajeran una botella de agua, para cubrir las necesidades básicas, pero sabíamos que esa no era la solución más adecuada para solventar el inconveniente”, comunicó Yasmín Carballo, vecina de la comunidad y una de las impulsoras de esta iniciativa.

Pasaban los días de pandemia ocasionada por el covid-19, cuando supieron de un sistema que permite la cosecha y el reciclaje de agua de lluvia.

Este modelo ya había sido aplicado en otros países para contribuir en solventar el problema de distribución y abastecimiento de agua en zonas rurales o catalogadas como vulnerables.

“En nuestra comunidad existe una estructura que tiene tres niveles, en la parte de arriba funciona el módulo de salud, que es visitado diariamente por los vecinos que requieren de una consulta médica; en la parte intermedia se ubica la escuela Pedro Felipe Camejo, que cuenta con una matrícula de 250 alumnos; y en la planta baja tenemos el preescolar, Fermín Toro, en donde se atienden unos 300 niños, estas actividades de salud y educación se veían afectadas por la falta de agua potable”, informó Carballo.

Fue ahí cuando conocieron del proyecto, además de las posibilidades de conseguir un financiamiento para su llevarlo a cabo.

“Después de conocer el proyecto y sus detalles técnicos, el primer paso a ejecutar fue una campaña informativa a la comunidad, además de reunirnos con las autoridades de salud y educación para que nos permitieran activarlo. Esto implicaba la instalación de tuberías, bombas y tanques de agua. Sabiendo ya los beneficios que tendrían los vecinos, especialmente nuestros niños, obtuvimos los respectivos permisos”, añadió Carballo.

Lata de Agua”, así se bautizó el proyecto que de manera ingeniosa fue instalado por profesionales venezolanos, con la colaboración de los vecinos, particularmente mujeres, quienes dominaron y se apropiaron del proceso.