La empresa surcoreana fue una de las primeras marcas reconocidas en el ámbito tecnológico en apostar por el nicho de los relojes inteligentes. La esperanza de Samsung era pisar fuerte en este terreno, desarrollando no solo la familia de los Galaxy Gear, sino además dotándolo de un sistema operativo como el Tizen, que los hacía compatibles solo con dispositivos de la firma de Seúl.
Debido a esta estrategia, el Galaxy Gear terminó cayendo en las ventas, colocándose en la sexta posición frente a marcas como Apple y Xiaomi, que dominan el mercado en una franca y abierta lucha contra los brazaletes deportivos, como el FitBit. En un intento por remontar, Samsung se suma también al ecosistema Android Wear, y el nuevo Gear 2 viene con características que pueden complicar el vuelo del Apple Watch.
En la IFA 2015 sobraron los wearable devices equipados con Android, una lista de opciones encabezada por el nuevo dispositivo móvil de Samsung, que además presenta un rediseño que lo dota de una pantalla esférica y de la posibilidad de ser autónomo del teléfono inteligente, gracias a su conexión WiFi incorporada.
Motorola presentó su Moto 360 con dos dimensiones para la pantalla, una salvedad que hace un llamado al público femenino. Desde su lanzamiento, este reloj inteligente se caracterizó por ser el más similar a un reloj convencional y ahora sigue apostando por ese atributo, salvando las distancias. Sony ofreció el Smartband 3 y Huawei sorprendió por los bajos precios de sus dispositivos.
