Instagram es la red social que promueve en mayor medida la discriminación por razón de sexo y raza, según reveló un informe realizado por la agrupación feminista UltraViolet. El estudio revela que la app se sitúa en la peor posición junto con Facebook.
Este estudio, elaborado en colaboración con el Instituto para el Diálogo Estratégico, evalúa las políticas de distintas redes sociales para determinar en qué grado las cumplen. Para calificarlo, se asigna una letra de acuerdo con la rúbrica de calificación de la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard, siendo la A la mejor y la F la peor.
Esta última, la F, es precisamente la puntuación que obtuvo Instagram tras realizar el análisis, en el que se comprobó cuáles son los métodos de esta red social en torno a la prohibición del ciberacoso, la desinformación de género y racial o el control que ejerce en contenidos que puedan dañar a las personas e inciten al odio, entro otros parámetros.
En contra de las mujeres
El estudio se titula Social Media Fails Women (Las redes sociales fallan a las mujeres). El texto valora cuál es el grado de accesibilidad que ofrece a los usuarios para denunciar prácticas sexistas, racistas u homófobas. También evalúa la manera en que toma medidas inmediatas para cuidar tanto su privacidad como su seguridad.
Este informe mide también el modo en que estas redes sociales garantizan la protección de la integridad de sus usuarios y cómo resuelve los problemas. Especialmente, en aquellas asentadas en la desinformación relacionada con la salud, incluidos los trastornos alimenticios, la dismorfia corporal o el aborto.
Los resultados que arroja el trabajo de UltraViolet revelan que, de las redes sociales estudiadas, Instagram es la red que cuenta con peor puntuación, F. Le sigue Facebook, que obtiene una calificación D-, y YouTube, con D. Conviene recordar que tanto Instagram como Facebook pertenecen a la misma compañía, Meta, liderada por Mark Zuckerberg.
Para esta agrupación feminista, tanto Instagram como Facebook no abordan la misoginía, la desinformación de género, la desinformación racial y el ciberacoso, entre otras cuestiones, según recoge la investigación.
