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Código de Barras v Código QR: ¿Cuál es mejor y más seguro para el Control de Accesos?

El mundo de la seguridad y el control de accesos se ha visto enormemente beneficiado por los constantes avances tecnológicos que se presentan en el planeta hoy en día. Según Ramiro Helmeyer (experto en materia de seguridad y blindaje), para ejemplificar ese punto solo basta con apreciar las características de los sistemas de Códigos de Barras y Códigos QR (Quick Response).

¿Por qué? Simple: Ambos sistemas han sido, son y seguirán siendo muy utilizados por multitud de instituciones, recintos, eventos y empresas a la hora de, precisamente, controlar e identificar desde productos y servicios, hasta accesos, y todo con la finalidad de brindar mayor seguridad.

El caso más emblemático (por ser el primero) es el de los Códigos de Barras, los cuales podrían definirse como una combinación de líneas paralelas verticales, todas de distinto grosor y disposición, que permiten la lectura de un número muy determinado y específico de caracteres asociados a la identificación de… prácticamente cualquier cosa a la que se le pueda imprimir el código.

¿Es fácil? Sí, porque tal impresión puede hacerse casi sobre cualquier material. Sin embargo, este sistema tiene una limitante y es, lo dicho, su número restringido de caracteres (que van desde los 13, hasta los 28 y los 128), lo cual no termina siendo totalmente positivo a la hora de un completo proceso de seguridad en cuanto a control de accesos se refiere por impedir, por ejemplo, añadirle información referente a fechas o tiempos.

Claro, el sistema de Códigos de Barras tiene la enorme ventaja de ser uno muy estandarizado y, en consecuencia, bastante más económico en materia de equipos de lectura, algo que le aporta y mucho a su atractivo para todo tipo de usuarios, según Ramiro Helmeyer.

Ahora bien, el experto también dice que el verdadero rey de los controles de acceso es el sistema de Códigos QR, el cual es una evolución directa del de barras y consta de pequeños cuadrados distribuidos sobre un cuadrado mayor que en tres esquinas tiene marcas destinadas a determinar la dirección de la lectura… Pero, ¿por qué es el rey? Porque funciona igual pero mejor, y porque permite almacenar hasta 4296 caracteres alfanuméricos.

No solo eso: Todas las lecturas de Códigos QR son multidireccionales y gozan de una rapidez mucho mayor que la de los Códigos de Barras, convirtiendo a este sistema en uno ideal para, por ejemplo, tickets de entrada. Debido al número de caracteres que dispone, acá sí que se pueden añadir fechas y tiempos, y hasta realizar cadenas más largas y encriptaciones más complejas para, así, evitar copias o pirateo.

El propio Código QR es una ventaja en sí mismo porque no solo puede ser una imagen impresa, sino una imagen y ya, enviada digitalmente a dispositivos móviles o por correo para facilitar, aún más, su lectura a través de una pantalla… Y hablando de eso último, los equipos para tal tarea suelen ser mucho más pequeños que los de los Códigos de Barras, aunque más costosos, eso sí.