Los que comenzó como un fichaje más durante el verano, se está transformando en una historia de horror para las partes involucradas, incluyendo al portero madrileño David De Gea y al entrenador holandés Louis Van Gaal, que no se dirigen la palabra desde que, supuestamente, el guardametas se negara a debutar con su equipo en la Premier League el pasado 8 de agosto.

Las afirmaciones de Van Gaal no tienen mucho sentido, ya que por una lado asegura que De Gea no será vendido y por otro no lo convoca para los partidos. El entrenador también ha logrado que los fanáticos más radicales de los red devils repudien a De Gea, quien trata de defenderse, negando las acusaciones del entrenador holandés.

Otro sector de la fanaticada también ha cargado contra el club de Old Trafford y su dirigente Ed Woodward, ya que permitió que el Chelsea fichara a Pedro y no fue capaz de renovar el contrato de De Gea en el Manchester, el mejor jugador de la temporada pasada. Lo que se ve venir es un fichaje de emergencia, en el que el equipo inglés force al Real Madrid a pagar los 35 millones de euros que desea por el guardametas.

El club blanco asegura que a pesar de lo forzado de la situación, no perderán las perspectivas de la negociación y seguirán firmes en su cifra inicial de 25 millones de euros, con la posibilidad de que Keylor Navas entre en la negociación y de ese modo el jugador costarricense compense los 10 millones de euros restantes.