Joseph Blatter, presidente de la FIFA, aseguró que una publicación parcial de El informe García se encuentra en camino y que, a pesar de las graves acusaciones de corrupción que pesan contra la máxima institución futbolística del mundo, la decisión de celebrar la Copa del Mundo del año 2018 en Rusia, y la Copa del Mundo 2022 en Qatar, seguirán intactas.
Las últimas citas mundialistas han estado teñidas de críticas y controversias. Hace unos pocos meses, durante la celebración del Mundial de Brasil 2014, muchos medios tildaban de irresponsables a las personas que habían permitido que una Copa del Mundo se jugara en semejantes condiciones de irregularidad económica y política, y con varios estadios a medio terminar.
Rusia 2018 se aproxima en medio de protestas, ya que entes pacifistas consideran que una nación que sostiene un conflicto bélico con Ucrania, va en contra de la filosofía del mundial de fútbol, que supone paz y unión entre las naciones. Sin embargo, el anuncio del país europeo como anfitrión, la divulgación del logotipo de este evento y las obras para acondicionar los estadios que serán sede de los partidos, ya están sumamente adelantados.
Qatar 2022 es el principal talón de Aquiles de la FIFA en la actualidad, ya que la elección de este destino para jugar un mundial de fútbol en verano, donde las temperaturas pueden alcanzar más de 40 grados centígrados, ha puesto en jaque a los clubes y a los diversos comités encargados de las copas que se celebran durante todo el año.
Las altas temperaturas podrían afectar la salud de los futbolistas y reprogramar las fechas, puede ocasionar problemas en los cronogramas de eventos como la Champions League, y otras contiendas continentales. Blatter no está dispuesto a ceder, aunque muchos aseguran tener pruebas fehacientes de corrupción que comprometen a los altos dirigentes de la FIFA.
