El banco suizo Credit Suisse fue acusado por el Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos de complicidad en la evasión de impuestos por parte de ciudadanos estadounidenses de muy alto poder adquisitivo.
La investigación, de dos años de duración, estuvo centrada en el cumplimiento por parte de esa entidad del acuerdo de culpabilidad que firmó en 2014 con el Departamento de Justicia estadounidense por permitir la evasión de impuestos.
El comité legislativo informó en un comunicado en su página web que descubrió importantes violaciones de ese pacto, incluido un complot previamente desconocido y potencialmente delictivo para no comunicar cuentas secretas en el extranjero, y apuntó que el monto total de esa infracción se eleva a más de 700 millones de dólares.
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Las pesquisas de los senadores, según la nota, también arrojaron nueva luz sobre hasta qué punto banqueros de Credit Suisse ayudaron e instigaron a la evasión de impuestos en el extranjero por parte del empresario estadounidense Dan Horsky, que en 2016 se declaró culpable de uno de los mayores casos de evasión de la historia estadounidense.
El comité también había pedido a Credit Suisse información sobre cuentas no declaradas pertenecientes a estadounidenses con más de 20 millones de dólares en el banco, e identificó 23, aunque la revisión no ha finalizado.
Para el presidente de esa comisión de la Cámara Alta, el demócrata Ron Wyden, todo apunta a «una conspiración masiva y en curso para ayudar a ciudadanos estadounidenses ultra ricos a evadir impuestos y estafar a sus conciudadanos».
El legislador recordó que Credit Suisse obtuvo un descuento en la sanción recibida en 2014 precisamente porque sus ejecutivos «juraron» que cesarían el fraude, pero las actuales conclusiones demuestran que no ha cumplido su promesa.
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Entre los incumplimientos figura el haber cerrado una gran cuenta perteneciente a una familia con nacionales estadounidenses y latinoamericanos y la transferencia de casi 100 millones de dólares en fondos a otros bancos en Suiza y en otros países sin notificarlo al Departamento de Justicia.
Al actuar de esta manera, indicaron los senadores, Credit Suisse facilitó que esa evasión fiscal potencialmente delictiva pasara desapercibida durante casi una década.
En la gestión de grandes cuentas no declaradas estuvieron involucrados antiguos banqueros senior de esa entidad, como el antiguo jefe de la división de banca privada para Latinoamérica, Alexander Siegenthaler.
El comité reclamó al Departamento de Justicia que corrija lo que describió como una «supervisión laxa» sobre el banco suizo, revise de forma rigurosa el cumplimiento del pacto de 2014 y haga que rinda cuentas de cualquier violación al respecto.
Credit Suisse se defendió este miércoles en un comunicado alegando que «no tolera la evasión fiscal» y que algunos de los problemas destacados se remontan a hace una década y que ha tomado medidas desde entonces para librarse de quienes buscaban ocultar activos a las autoridades fiscales.
El nuevo liderazgo de Credit Suisse, añadió, ha colaborado con las pesquisas.
«Nuestra política clara es cerrar cuentas no declaradas cuando se identifiquen y disciplinar a cualquier empleado que no cumpla con esa política o con los estándares de conducta de Credit Suisse», concluyó el banco en su declaración.
EFE