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Síndrome del Impostor: cuando los resultados no llegan. ¿Cómo superarlo?

Puntos principales:

  • Nadie está libre de los sentimientos de inseguridad y falta de capacidad para sacar adelante un proyecto o manejar un negocio.
  • Para controlar a ese crítico feroz que todos llevamos dentro, tenemos que aprender a mejorar nuestra relación con él.
  • El primer paso es reconocer que no estamos solos, y luego aprender a hablar de estos sentimientos con más naturalidad.

¿Alguna vez has experimentado el Síndrome del Impostor? Si eres un emprendedor, trabajador independiente o dueño de una pequeña y mediana empresa (pyme), con seguridad tu respuesta es sí. Porque nadie está libre de los sentimientos de desconfianza y falta de capacidad para lograr los resultados deseados.

No importa cuán exitosos seamos, nuestra experiencia acumulada o la admiración que despertemos entre nuestros colegas; pues en estos tiempos en donde las redes sociales nos hacen compararnos todo el tiempo, nadie está libre de sentirse un fraude. Más aún cuando las cosas no marchan tan bien en el negocio.

El Síndrome del Impostor no es algo que podamos tomar a la ligera, porque si se mantiene a lo largo del tiempo puede asociarse a estados de ansiedad y depresión. Por lo que entonces sí afectará gravemente nuestro desempeño al frente de la empresa.

Para controlar a ese feroz crítico interno, primero necesitamos reconocerlo, y luego aprender a mejorar nuestra relación con él, a través de estas prácticas que te compartimos a continuación.

#1. Reconoce que no estás solo

¿Sabías que algunos de los políticos, empresarios y artistas más exitosos del mundo pasan por lo mismo que tú? Michelle Obama, por ejemplo, ha hablado de cómo la ha afectado el Síndrome del Impostor en varias ocasiones, al igual que la cantante y compositora Taylor Swift. Según algunas encuestas, el 75% de las mujeres ejecutivas pasan por lo mismo. Esa es la prueba más concreta de que sentirse un fraude no está conectado con las capacidades y los logros reales de una persona.

Así que, como primer paso, lee sobre el tema en artículos de Internet o biografías de personalidades por las que sientas admiración: esto te permitirá identificarte con ellas y empezar a hablar de manera más relajada con otras personas sobre tu frustración. Hablar de los propios sentimientos es increíblemente liberador; pero, por supuesto, ¡no lo hagas con cualquiera! Hazlo con personas empáticas y con las que puedas compartir puntos de vista interesantes. Y, si sientes que lo necesitas, busca ayuda profesional.

#2. Mira “toda la película”

Cuando somos nuestros propios jefes, especialmente cuando atravesamos periodos difíciles, podemos quedarnos atrapados en los errores y fallas, e incluso en los pequeños problemas del día a día. Cuando te sientas así, da un paso atrás y toma perspectiva: verás como esas cosas que tanto te están afectando en el momento se vuelven más pequeñas.

Así, si haces un recuento objetivo de los últimos meses o años de tu vida, serás capaz de ver también tus logros y de no aferrarte solo a lo negativo. Hay que entender que nadie es perfecto y que las caídas llegan para dejarnos siempre una lección. Si te sientes en un estado de negatividad y ansiedad permanente, medita o haz ejercicios de respiración consciente que te permitan conectar con el momento presento y mantenerte en calma.

Ser un emprendedor significa arriesgar,
y no estar casi nunca en una zona de confort y seguridad.

#3. Reconoce que hacer algo diferente significa sentirse incómodo

Cuando enfrentamos dificultades con el negocio podemos sentirnos muy afectados por los comentarios de los demás, incluso de aquellos con las mejores intenciones, como familiares y amigos que, durante una reunión, pueden hablar de lo felices que los hace la seguridad de su trabajo o el aguinaldo que acaban de cobrar, mientras tú no dejas de pensar en cómo hacer para pagar la próxima nómina.

Para facilitar el cálculo y asignación de la nómina, recurre a herramientas que te ayuden a automatizar su proceso, como Aspel NOI, y así obtener tranquilidad y más tiempo para pensar en estrategias que te permitan obtener más ingresos

La realidad es que ser un emprendedor significa arriesgar, y no estar casi nunca en una zona de confort y seguridad; pero también trabajar todos los días por nuestros sueños y no por los objetivos de riqueza de los demás. Por eso, sentirse fuera de lugar, incluso equivocado, es el precio que muchas veces tenemos que pagar por animarnos a hacer algo diferente. Respira hondo y sigue adelante, porque siempre hay tiempos mejores a la vuelta de la esquina.

#4. Visualiza todo lo bueno que te espera

Las visualizaciones son prácticas muy efectivas para motivarse y no dejarse ganar por los pequeños tropiezos cotidianos. Son estrategias muy utilizadas por profesionales del coaching y psicólogos que trabajan con deportistas, ejecutivos y todas aquellas personas que se ocupan de su desarrollo personal. Así que incorpora esta técnica en tu rutina diaria.

¿Cómo hacerlo? Por ejemplo, luego de una meditación, imagina el día en que abras tu primer local, cuando recibas tu primer pedido en línea o el primer viaje a Europa que harás en familia, gracias a las ganancias que obtendrás este año. También puedes recurrir a un “dream board”, una pizarra con imágenes, fotografías y afirmaciones en la que puedas proyectar todos tus sueños de negocios y personales, para que con solo verla salgas de ese momento de frustración y decaimiento. Recuerda, sé paciente, todo es pasajero.

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