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Javier Francisco Ceballos Jiménez - ‘Cien Años de Soledad’, la obra maestra de Gabriel García Márquez - FOTO
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Javier Francisco Ceballos Jiménez | ‘Cien Años de Soledad’, la obra maestra de Gabriel García Márquez

Javier Francisco Ceballos Jiménez - ‘Cien Años de Soledad’, la obra maestra de Gabriel García Márquez - FOTO

El trasfondo de esta obra literaria al momento de ser escrita tiene un gran trasfondo tan interesante como la mágica historia que se relata en sus páginas

EC.- El escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez dejó un enorme legado de obras y artículos, pero ninguna pieza tan trascendente como Cien Años de Soledad la cual, como explica Javier Francisco Ceballos Jiménez, destaca del resto de su catálogo pues detrás tiene una fascinante historia de cómo fue su escritura.

Y es que el Gabo empezó a imaginar la obra durante un viaje que hizo a Acapulco (México), y fue tanta la pasión que despertó esta historia en él que se atrevió a dejar su trabajo como editor para dedicarse íntegramente a escribirla, lo que le llevó por lo menos año y medio. Ese periodo, sin embargo, fue de vicisitudes pues no recibió un solo centavo.

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¿Qué pasó entonces? Su esposa tuvo que buscar la manera de generar ingresos o llevar comida a la mesa. Al final, tanto sacrificio valió la pena pues la obra fue publicada en 1967 con enorme éxito, consagrando la figura del colombiano como una estrella predominante de las letras en América Latina, llegando a ganar el Premio Nobel de Literatura en 1982.

‘Cien Años de Soledad’ y las adaptaciones

‘Cien Años de Soledad’, que podría resumirse como la narración de la vida de la familia Buendía en el ficticio pero famoso pueblo de Macondo (y gira en torno a la soledad, el realismo mágico e incluso el incesto), tendrá adaptación en Netflix próximamente, luego que los hijos de García Márquez vendieran sus derechos.

Lo curioso es que el escritor nunca quiso llevar en vida su obra al cine, pues temía que no quedara tal como se la imaginaba. Y eso que muchísimos cineastas se lo propusieron. Sin embargo, al final siempre imperaron las exigencias del autor, quien pedía que de aprobarse tenía que ser una película en español, rodada en Colombia y que se presentara en varias partes.

(Con información de Javier Francisco Ceballos Jiménez)