Liz Truss, la primera ministra del Reino Unido, renunció hoy después de que fracasara su plan de reducción de impuestos, un anuncio que golpeó los mercados financieros, debilitó a la libra esterlina y derrumbó el precio de los bonos de deuda de gilts.
Frente a Downing Street, la dirigente del gobernante Partido Conservador realizó el aviso, que continúa la evaporación casi completa de su autoridad política, después de que su ya anulado plan fiscal provocará un colapso en los mercados, la salida de dos ministros clave de su gabinete y la llevara a perder la confianza de casi todos los parlamentarios de su propio movimiento.
Dan marcha atrás a los planes de Truss
“Establecimos una visión para una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía el Brexit. Pero reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegido por el Partido Conservador”, informó en un comunicado.
“He hablado con Su Majestad el Rey para proclamar que renunció como líder del Partido Conservador”, expresó.
Truss fue nombrada primer ministro el 6 de septiembre, a tan solo dos días antes de que se anunció el fallecimiento de la reina Isabel II luego de 70 años en el trono.
La situación ha generado mayores cuestionamientos contra Truss, luego de que su nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, desmontó por completo el controvertido plan para estabilizar los mercados.
Por último, Hunt eliminó casi todos los recortes de impuestos de Truss, junto a su emblemática política energética, una iniciativa que apuntaba a limitar las crecientes facturas de energía y promover otras fuentes.
