Una publicación de El Paso Matters, se conoció que la semana pasada se concretó el viaje de dos autobuses que partieron de la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas hasta Nueva York, con 35 venezolanos a bordo, junto  18 migrantes de Colombia, Perú, Brasil y Turquía.

“Es un viaje que nunca esperábamos experimentar  (…) Era un ambiente duro. Tuvimos que cruzar ríos, selvas, países donde quizás no éramos bienvenidos”, expresó la migrante venezolana Roxeli al aborar el autobús de El Paso United Charters, al confirmar que huye de la violencia y teme por su seguridad.

A su vez agregó: “Por un futuro mejor para nuestros niños, somos capaces de llegar a cualquier parte”.

En ese sentido, la oficina de Emergencias de El Paso, manifestó que organizó el viaje con el apoyo del alcalde adjunto, Mario D’Agostino, con el objetivo de no dejar en la calle a los migrantes que no pueden pasar mucho tiempo en los refugios preparados para su atención.

Desafíos de los venezolanos inmigrantes

Se conoció que una vez que los inmigrantes que son liberados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), quienes ya demostraron un temor creíble de persecución en su país de origen, reciben una fecha de audiencia en un tribunal de inmigración cerca de su destino preferido.

En la zona fronteriza de El Paso, una vez que son liberados por el ICE van a albergues en la red de la Casa de la Anunciación, donde permanecen de dos a tres días mientras organizan el viaje para reunirse con su familia en todo el país.

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Además, precisaron que algunos migrantes que no pueden organizar el transporte terminan sin vivienda en El Paso y otras ciudades fronterizas, porque los refugios para migrantes no pueden brindar refugio por más de unos pocos días.

El fundador de Annunciation House, Rubén García, precisó que los venezolanos a menudo carecen de familias patrocinadoras en los Estados Unidos listas para brindarles alojamiento o ayudarlos con el viaje.

Por su parte, John Martin, director del Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar de El Paso, señaló: “Desde nuestro punto de vista, solo queremos asegurarnos de que estamos haciendo lo correcto por las familias que vienen aquí y por el gobierno que establece las leyes”.

Añadió: “El Centro de Bienvenida está aquí para apoyar a nuestra población local de personas sin hogar, pero por definición, los venezolanos que vienen aquí y no tienen adónde ir son personas sin hogar en nuestra comunidad”, podrán recibir alojo en un nuevo refugio hasta dos semana o más de ser necesario.

Final del formulario

“No vamos a echar a nadie a las calles, pero tenemos el objetivo de tener un lugar para que vayan dentro de dos semanas”, detalló Martin.

A su vez en el comunicado, D’Angostino mostró su preocupación ante el aumento del número de migrantes que llegan a la frontera como una “preocupación humanitaria”. El comunicado dice que los servicios de autobús y transporte para migrantes son para mantenerlos a salvo de los elementos y una forma de evitar que los refugios para personas sin hogar del área se desborden.

Respecto a la cantidad de venezolanos encontrados por la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos en la frontera suroeste, se incrementó vertiginosamente a casi 128.600 a partir de julio de este año fiscal, lo que se traduce en dos veces y media más que el año 2021.

De igual forma, el informe puntualizó que los venezolanos han estado en gran parte exentos del Título 42, disposición del código de salud que prevé deportar a decenas de miles de migrantes  que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México desde 2020.

Finalmente, las estadísticas policiales de la Patrulla Fronteriza enfatizan que gran parte de los venezolanos que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México se han encontrado en el sector Del Río en el suroeste de Texas y Yuma, Arizona.