La tecnología eólica para la producción de electricidad por medio de aerogeneradores, se inició de manera comercial en Europa a inicios de los años ochenta, especialmente en países como Dinamarca y Alemania, obteniendo un gran desarrollo.

Los avances tecnológicos están centrados en las transformaciones de los generadores eléctricos para manejarse de forma eficiente frente a los cambios de velocidad del viento, las mejoras aerodinámicas de las palas y la reducción de cargas.

Actualmente están orientados sobre todo en el aumento del diámetro del rotor, la mejora del control para operar con largas palas, los códigos de red, la transformación de la electrónica de potencia para cumplir con estos códigos y la digitalización.

Los aportes tecnológicos han facilitado la disminución del precio de generación con el viento y el aumento sustancial de la potencia eólica en el mundo, generando un incremento mantenido de la penetración de la electricidad creada con la eólica en la mayoría de países desarrollados.

La tecnología ha permitido a los aerogeneradores nuevos adaptarse y ser rentables en zonas con condiciones muy extremas y en regiones con requisitos de difícil conexión.