Luego del nacimiento de Archie hace menos de un mes, una de las tres niñeras contratadas para su cuidado, renunció al mismo alegando que la duquesa de Sussex era muy «paranoica».
“Quiere tener el control de todo. No permite que nadie se quede a solas con Archie e ignora cualquier tipo de ayuda”, indicó una fuente.
Al parecer, la esposa del príncipe Harry no permite que ni siquiera su madre se quede a solas con el bebé, lo que la fuente calificó como “una situación insostenible”.
Los USD 89.000 de salario anual que prometen los duques para las niñeras del recién nacido, no fueron suficientes para convencer a la cuidadora que renunció.
Pero no es la primera vez que el carácter de Meghan hace que el personal renuncie. Guardaespaldas, colaboradores y asistentes, han dejado de trabajar para la duquesa por su malhumorado y exigente temperamento desde que llegó a la Familia Real Británica.