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Conocé los secretos del crucero del sexo

Más de 2 mil personas de diversos países, aglomeradas en un enorme crucero durante ocho días y un sólo objetivo: tener relaciones sexuales. El próximo viaje del Couples Cruise zarpa el 17 de agosto desde Budapest (Hungría), aunque seguramente serán muy pocos los que admiren la belleza del río Danubio porque la acción de esta propuesta turística ocurre puertas adentro.

Esta es una experiencia a pura sensualidad sin tapujo y la cual sólo tiene una regla: está prohibido tener sexo en público, todo debe ocurrir en las habitaciones, donde no hay límites. Los precios varían de los 450 euros a los 4.200, dependiendo del camarote. Y las actividades varían desde juegos sexuales hasta cursos de sadomasoquismo.

«Algunas parejas vienen solo a pasar un rato especial, otros acuden para mirar o ser observados. Otros, vienen a experimentar con múltiples acompañantes. Aquí no hay límites», promete Bob Hannaford, organizador de Couples Cruise. Pase y conozca la fiesta hot más caliente de alta mar.

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El Barco

Se podría decir que es un barco común, el cual posee los mismos espacios que cualquier crucero: camarotes, restaurantes de alta gama, pileta y además, las habitaciones: con distintas temáticas y propuestas para que los invitados puedan dar rienda suelta a sus fantasías en estos espacios diseñados para potenciar el placer. Al mismo tiempo nadie está obligado a ingresar y, como se propone: «podés hacer tanto o tan poco como quieras».

Además, se incluyen shows, fiestas temáticas y «meet & greets» para conocer a parejas que compartan intereses. También hay lugar para la «educación sexual» ya que se ofrecen diferentes talleres que van desde el sexo tántrico al sadomasoquismo: “Cada pareja tiene múltiples opciones para explorar, jugar y ver a dónde le pueden conducir sus fantasías”.

La Ropa

En el crucero no se permitirá el uso de «ropa de calle». «Está probado que cuantas más prendas se vistan, menos libertad hay en estas fiestas así que aquí sólo podrás llevar una toalla, una bata, boxers o cualquier tipo de ropa interior. Básicamente algo sexy y fácil de quitar. Los jeans, trajes o vestidos no están permitidos».

La Regla

A pesar de que se promueve el sexo por cada rincón del barco, hay una regla muy estricta: no se puede tener sexo en público. «Creemos que el lugar para las actividades sexuales está a puertas cerradas. Así que, por favor, diviértase y si quiere dar un paso más vaya a los camarotes o diríjase a las áreas de juego privadas designadas a bordo del barco», explican en la web e insisten en que también tiene que ver con temas «higiénicos» y de «buen gusto».

«Nuestros cruceros excitan a la gente. Muchas parejas me confiesan cómo la experiencia ha reavivado su pasión y cómo han mantenido más relaciones en nuestro crucero de lo que habían probado en meses», explica Hannaford sobre su propuesta que asegura ocho días muy calientes.