Gastar tiempo en inventar contraseñas seguras y complicadas ya no será más necesario en un futuro inmediato pues en la actualidad hay un sinnúmero de compañías que han avanzado en sus experimentos con sistemas de seguridad basados en la biometría… Eso es en la utilización de partes del cuerpo como la huella dactilar, el iris, la voz o el propio rostro.

Ramiro Helmeyer, experto en seguridad y blindaje, explica en una reciente nota publicada en su portal web que la biometría es una forma de bloqueo 200 veces más segura que las contraseñas, y que la misma permite mezclar seguridad con comodidad y rapidez, tres rasgos propios de un sistema que cada vez más está siendo adoptado por las tecnologías que utiliza el hombre.

Ese último dato es muy relevante pues, según la consultora en identidad biométrica y electrónica Acuity Market Intelligence, en el año 2020 se estima que absolutamente todos los dispositivos móviles inteligentes incluyan este tipo de sensores dentro de sus características. ¿La razón? Estos se utilizan para más que conversar: Allí se guardan informaciones confidenciales, datos de seguridad, códigos y contraseñas, etcétera… Ergo, es fundamental cuidar la privacidad de accesos no autorizados…

Tanto, por cierto, que los equipos de alta gama ya traen (y seguirán trayendo) diseños originales donde la seguridad de las formas de autenticación es fundamental y hasta un aditivo común y atrayente para los usuarios a la hora de adquirirlos. ¿Ejemplos? ¡Muchos! Uno de ellos son los nuevos Smartphone Galaxy S8 y S8+ de Samsung, los cuales incluyen una innovadora tecnología de escaneo de iris, reconocimiento de huellas dactilares y reconocimiento facial.

Dice Ramiro Helmeyer que con esta nueva tecnología los usuarios de smartphones tienen no una ni dos, sino variadas alternativas para proteger su información personal, la cual está mejor resguardada en caso de hurto o pérdida del dispositivo… Obvio, solo se puede acceder a ella a través de la biometría del propietario (y eso es algo imposible de replicar).