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Cámaras de Seguridad WiFi no son recomendables en grandes instalaciones

Las claves del éxito de todo sistema de seguridad son la fiabilidad, el funcionamiento, la eficiencia y, por sobre todas las cosas, la conveniencia. Sobre esto último escribió recientemente en su portal web oficial Ramiro Helmeyer, experto en seguridad y blindaje, y allí explicó por qué, a su juicio y a modo de ejemplo, las cámaras WiFi no son las más ideales para sistemas profesionales.

La opinión de Helmeyer se refiere exclusivamente al tema de la conveniencia de este tipo de cámaras de seguridad. Él dice que ellas son buenas para hogares y oficinas pequeñas, pero para nada recomendables en casos de grandes instalaciones. ¿La razón? Primero, porque estas cámaras son WiFi, sí, pero no inalámbricas (tienen que estar conectadas a un alimentador de corriente sí o sí), y segundo, porque son extremadamente vulnerables.

¿Vulnerables a qué? A las condiciones propias de una señal WiFi, desde interrupciones hasta interferencias, que harían que el sistema todo se debilitara y, en consecuencia, fallara en su misión. También, por supuesto, está el grave hecho de que es mucho más sencillo penetrar y alterar una señal WiFi desde puntos externos.

Otro factor importante a tomar muy en cuenta en cuanto a los sistemas de seguridad que emplean cámaras WiFi es el hecho de que se trata de elementos de un muy alto costo (uno bastante superior al típico sistema cableado) y, si se conectan en cantidades considerables, de alto consumo de señal. Tanto, que la saturaría y ralentizaría cualquier transmisión.

Ahora bien, las cámaras WiFi tienen sus cosas buenas: Son fácilmente reubicables, utilizan un NVR directo al router o al switch para grabar y son de sencilla configuración… Claro, Ramiro Helmeyer expresa que, aunque todo ello suene de mil maravillas, siempre es bueno dejar la instalación de sistemas de seguridad (de cualquier tipo) en manos de expertos.