La tensión por la agresión a ciudadanos afroamericanos en los Estados Unidos sigue latente y en esta oportunidad las protestas han llegado a los tabloncillos de la NBA, donde jugadores como LeBron James y Kyrie Irving, de los Cavaliers de Cleveland, vistieron durante el calentamiento las camisetas de I Can’t Breathe.
La frase hace referencia a las últimas palabras de Eric Garner, un ciudadano afroamericano que murió a manos de un policía en la ciudad de Nueva York por estrangulamiento, cuando el oficial Daniel Pantaleo usó la fuerza excesiva sobre la víctima, que se encontraba desarmada, y cuyo delito era vender cigarrillos ilegalmente.
Las manifestaciones, que han llegado al ámbito deportivo, se desataron luego de que los policías Daniel Pantaleo y Darren Wilson (culpable de la muerte de Michael Brown semanas después del incidente de Garner) fueran absueltos por la ley.
No es la primera vez que los jugadores de la NBA responden activamente ante casos de racismo, luego del escándalo de Donald Sterling, antiguo propietario de Los Angeles Clippers, muchas personas en la liga profesional de baloncesto estadounidense alzaron sus voces y esto trajo como consecuencia la expulsión del multimillonario de la NBA y la venta del equipo a Steve Ballmer por 2.000 millones de dólares.
