Samsung y Apple se han preocupado por incorporar en sus nuevos dispositivos móviles aplicaciones amigables con la salud, que no sólo permiten medir las pulsaciones y el ritmo cardíaco, sino que además pueden brindar una importante plataforma en línea para acceder a servicios médicos y otros beneficios de este sector.

La controversial aplicación HealthKit del sistema operativo iOS 8 de Apple es un buen ejemplo de esto, pero adicional a los gadgets de gama alta desarrollados por estas multinacionales, otras empresas con recursos un poco más limitados se encuentran valiéndose de los microprocesadores y la tecnología compacta para hacer más llevadera la vida de ciertas personas sometidas a condiciones médicas específicas.

ImasD Tecnología, una empresa española, se encuentra desarrollando un smartwatch que podría pasar a sustituir a los molestos medidores de glucemia que obligan a los pacientes a someterse a al menos un pinchazo diario. Este gadget, que también permite hacer otras mediciones como el ritmo cardíaco, se calienta, dilata los poros de la muñeca e introduce en la piel una sustancia que luego absorbe para hacer la medición.

Sus desarrolladores aseguran que no cuentan con los recursos financieros para su comercialización, pero que actualmente se encuentran llevando a cabo conversaciones con industrias médicas interesadas en el producto. Este smartwatch aún se encuentra en fase de prueba y uno de los retos a vencer son sus dimensiones, para hacerlo un verdadero wearable device.