El París Saint-Germain (PSG), campeón de la Champions, lo ha vuelto a hacer. Ha ganado un nuevo título para sus vitrinas al consagrarse en la Supercopa de Europa remontándole dos veces al Tottenham, ganador de la Europa League.
El equipo de Luis Enrique le levantó de un 0-2 en contra, tras goles de Micky van de Ven y Cristian Romero, para igualarlo -con tantos de los ingresados Lee Kang-In y Gonçalo Ramos- y enviar el partido en penales, donde también se tuvo que levantar de un resultado adverso para terminar ganando por 4-3.
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El cuadro inglés se amparó en su físico para aguantar y someter a un cuadro parisino que no estuvo bien en ningún momento en el partido, salvo hasta el ingreso de Kang-In y Ramos.
Terminando la primera parte llegó el tanto del neerlandés van de Ven. Terminó la primera etapa y apenas empezar la segunda llegó el segundo, un cabezazo de Romero abajo que el arquero francés no pudo sacar y estirar la ventaja antes del minuto 50.
Pero, tras el 2-0, el Tottenham pareció confiarse antes de tiempo. Replegó, jugó con cinco el fondo y apelando al físico de sus mediocampistas para someter al París. Parecía funcionar con el paso de los minutos, pero ante el equipo de Luis Enrique no se puede jugar metido en tu propia área y así lo hizo sentir.
Ingresados desde el banco en la última media hora de juego, el coreano y el portugués le cambiaron la cara al campeón de la Champions. Terminaban las jugadas y, en los últimos diez minutos -incluido el añadido-, llegó el descuento y el empate. El primero con un zurdazo cruzado de Lee y el segundo con un cabezazo de Ramos tras un centro de Dembélé.
Los penales le dan el título al PSG
El reglamento dictó que el empate se resolvería en penales. Ahí comenzó ganando también el cuadro londinense con el gol de Solanke y el fallo de Vitinha. Convirtieron Bentancur y Ramos, y los ingleses seguía en ventaja, hasta los fallos consecutivos de van de Ven y Tel, que permitieron al PSG, con los goles de Dembélé, Lee y Mendes, conseguir otro título internacional, dejando la anotación de Porro sin ningún efecto.