El Real Madrid ha emitido un comunicado en el que expone su postura de rechazo ante la posibilidad de que el partido entre el Villarreal y el Barcelona se pueda jugar en diciembre de este año en Miami.

La iniciativa se aprobó este lunes por parte de la Junta Directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que emitirá su petición a UEFA y FIFA para que también aprueben la realización del juego en los Estados Unidos. Por su lado, el cuadro merengue intenta disuadir a las dos organizaciones y al Consejo Superior de Deportes (CSD) para que no apoyen la intención.

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En un comunicado emitido por redes sociales y en su portal web, el conjunto blanco expuso que, la medida, «impulsada sin información ni consulta previa a los clubes participantes en dicha competición, vulnera el principio esencial de reciprocidad territorial que rige en las competiciones de liga a doble vuelta (un partido en casa y el otro en la del equipo contrario), alterando el equilibrio competitivo y otorgando una ventaja deportiva indebida a los clubes solicitantes».

En la misma misiva, el Real Madrid señala que la integridad de la competición exige que todos los encuentros se disputen bajo la misma condición para todos los equipos y que modificar unilateralmente dicho régimen rompe la igualdad entre los contendientes. Además, señala que compromete la legitimidad de los resultados y sienta un precedente inaceptable que abriría la puerta a «excepciones» basadas en intereses ajenos a lo deportivo.

Además, el equipo merengue indica de un grave futuro para los equipos del fútbol español, manifestando que, de llevarse a cabo, supondría un antes y un después no solo para los equipos ibéricos, sino para el mundo del fútbol.