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Suárez, Flores, Abreu, sí: ¿Por qué el fútbol no?

En las grandes ligas explotan en cada juego los bates de peloteros venezolanos. Hoy es Eugenio Suárez, mañana es Wilmer Flores, pasado le toca a Wilyer Abreu. Son auténticos y salvajes bombarderos que ratifican sus talentos y que afianzan al beisbol como el deporte nacional. A veces la gente se alegra con los goles de Salomón Rondón o las actuaciones de Jefferson Savarino, pero su intermitencia no deja que se consoliden en el gusto popular. Por eso la Vinotinto ha llegado para salvar al fútbol nacional, a sus equipos, tan bruscamente eliminados en las copas internacionales. Pensarán que nos aferramos al pasado, pero ahí están las evidencias de actuaciones más que decorosas de equipos de otro tiempo: Carabobo y Táchira, golpeados en la Libertadores; Puerto Cabello y Caracas, un poco mejor, aunque sin el empuje para trascender…

Detalles: Ayer vimos la final de la FA Cup, en la que el Chelsea venció tres a cero al Manchester United. Una multitud de 64 mil aficionados pisaron el estadio Wembley, emblema puro del fútbol inglés, y dieron fe de que el femenino crece. Fue un día muy especial, claro, pero enseñaron que así, poco a poco y a paso firme, las mujeres se empeñan en ser parte de un deporte que históricamente los hombres consideraban propio. Ahora es una “propiedad compartida”, una tierra de dos sexos, en la que Europa le ha andado adelante a América del Sur. Nada raro, por cierto…

El idioma: día a día nos preocupamos por el correcto uso del idioma castellano en los medios de comunicación audiovisual. Es preocupante la imitación que se hace y la influencia que tiene en los periodistas jóvenes los canales de cable argentinos y colombianos. Para ellos, los de esas nacionalidades, hablar así está bien, porque como dice el manual del habla, esto es “uso y costumbre”, y aunque no está bien, algunas de sus expresiones no llegan a la calificación de “barbarismos”. Pero no en Venezuela, donde, modestia a un lado, se habla el mejor español de la región. Ahora citamos el mal uso del “se”, en frases como el “se viene”.

Esta expresión forma parte del castellano inculto (como nos explicara el profesor Alexis Márquez), y no debe ser utilizado en el habla venezolano. Entre tantas incorrecciones, hemos oído decir en las trasmisiones de baloncesto una “volcada” cuando un jugador entierra la pelota en la cesta, cuando por aquí se dice “clavada”, que es la verdadera manera metafórica pues remite a alguien cuando “clava” algo. Así pues, la recomendación es leer, preguntar, tener la curiosidad intelectual para crear mecanismos defensivos de la lengua y tener escudos para evitar estas formas deficientes e impropias. Nos vemos por ahí.

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