Sergio Ramos es el segundo jugador en la historia del fútbol con más tarjetas rojas recibidas (30). El pasado domingo recibió su primera expulsión con la camiseta de Monterrey y ello le podría acarrear una severa suspensión.
Pese a que su equipo venció a Pumas UNAM por 3-1, el español se llevó la tarjeta luego de darle una patada por detrás a un rival cuando la pelota ya había abandonado el terreno de juego y esto lo podría dejar fuera de los campos hasta por 15 partidos.
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De acuerdo al Código de Disciplina de la Liga MX, el central ibérico habría incumplido el artículo 12, que expresa que «si un jugador se emplea o tiene la intención de emplearse con fuerza excesiva o con brutalidad contra un adversario cuando no le está disputando el balón, independientemente de si se produce o no contacto, la acción será considerada conducta violenta».
Ante esto, el castigo por romper dicha regla puede ser de una suspensión de uno a 15 encuentros y con una multa de entre 100$ a más de 3.800$.
El propio Sergio Ramos reaccionó a la acción en su cuenta de X horas después de ser expulsado, siendo irónico sobre el hecho cuando la realidad es que en cada cruce siempre estuvo al límite, incluso pegó un codazo a un rival anteriormente.