DAT.- La geología tiene múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana, eso es indudable a estas alturas, y dentro de ella podemos encontrar un sinfín de minerales en nuestro entorno. De hecho, los productos que obtenemos por minería podemos dividirlos en dos tipos en función del uso que le vamos a dar: los que empleamos para la obtención de un elemento químico, como son los minerales mena de elementos metálicos; y los que se utilizan por sus propiedades, los denominados minerales (y rocas) industriales.
Desde Treseus nos explican sobre estos últimos, qué son y cuáles son algunos de los usos que les damos.
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¿Qué es un mineral industrial?
Los minerales industriales son aquellos minerales que se utilizan por sus características físicas o químicas. En algunos casos requieren de un tratamiento previo antes de ser empleados, pero en otros se pueden usar en su estado natural, directamente nada más extraerlos de la tierra. Los minerales industriales se emplean en una gran cantidad de industrias, muchos de ellos para la fabricación de productos que usamos o nos rodean a diario como son el vidrio de las ventanas, los ladrillos de las construcciones o el papel que usamos. Tal es su versatilidad que la mayoría de las cosas que tenemos a nuestro alrededor están formadas por minerales industriales o han sido fabricadas gracias a alguno de ellos.
El empleo que le demos a un mineral industrial va a depender de dos factores principalmente: de la tecnología que haya en un momento dado y de las propiedades físicas del mineral. La tecnología nos sirve para encontrarle una aplicación concreta, de manera que un mineral que en el pasado carecía de uso en el presente bien puede ser utilizado para alguno de los numerosos aparatos de las nuevas tecnologías. Incluso hay minerales industriales que también son empleados como minerales mena, por lo que la división en este sentido es un poco difícil de determinar. En cualquier caso tenemos minerales industriales que son empleados como refractarios porque son capaces de resistir altas temperaturas (espinelas), otros como abrasivos por su elevada dureza (corindón o diamante), otros son muy utilizados en el mundo de las pinturas por las coloraciones que dan (rutilo e ilmenita son la base de los pigmentos blancos), algunos son empleados para cableado por su elevada conductividad (el oro o el cobre) e incluso hay minerales industriales que son utilizados como correctores del suelo en agricultura (calcita y dolomita).
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Antes hemos mencionado minerales y rocas industriales, y es que el sector no solo trata los minerales (recordemos diferencia entre roca, mineral y fósil). En este sentido debemos tener en cuenta que las rocas industriales son, como su propio nombre indica, rocas que son empleadas por sus propiedades físicas, no para la obtención de un elemento químico o de energía. Hasta el año 2005, dentro de ellas se consideraban las llamadas rocas ornamentales, como el mármol o el granito, empleadas por su aspecto y que actualmente son tan habituales encontrarlas revistiendo y decorando las fachadas de algunos edificios, o formando las encimeras de nuestras cocinas o incluso las barras de algunos bares. Pero tal es su importancia que actualmente se suelen considerar aparte, aunque insisto, en cualquier caso, no se trata de minerales y por ello no las vamos a ver aquí.
Minerales industriales en nuestra vida cotidiana
Todo lo que nos rodea, si no ha formado parte de un ser vivo tiene un origen geológico. En el mundo de la construcción tenemos todos los productos cerámicos (ladrillos, tejas, baldosas, azulejos, vidrios…) que están fabricados a partir de arcillas y/o sílice, mientras que el cemento se fabrica a partir de rocas calizas y dolomías. Sin olvidarnos que el yeso de las paredes es sencillamente un mineral. Por su parte, en nuestros hogares y lugares de trabajo, dejando de lado la propia construcción (incluida la pintura de las paredes), hay una gran cantidad de mobiliario fabricado a partir de materiales minerales (encimeras, sanitarios, bañeras, lavabism bidés…). Por otro lado, la pasta de dientes lleva calcita o diatomita como abrasivo, los cosméticos tienen talco y algunos además diversas micas (que dan distintas coloraciones), los detergentes tienen sulfato sódico para aumentar el volumen y los limpiadores de cocina tienen calcita o cuarzo. Incluso el papel tiene calcita para darle mayor resistencia, del mismo modo que las tizas son yeso y las puntas de los lápices son una mezcla de arcilla y grafito. Múltiples minerales para múltiples funciones.
Los minerales son tan comunes a nuestro alrededor que los encontramos hasta en la alimentación. La sal que usamos para condimentar es en realidad un mineral que recibe el nombre de halita. Por su parte el pan contiene pequeñas cantidades de yeso y para la elaboración del vino se emplean varios minerales. Sin olvidarnos de que en algunas regiones de Los Andes se consume un tipo de arcilla como una especie de «salsa». No debe extrañarnos, en realidad comemos minerales a diario. En cuanto al mundo de la salud, la mayoría de fármacos contienen minerales, ya sea como principio activo o como excipientes que lo acompañan. Recordemos que el talco es un mineral, igual que la sal con la que se fabrica el suero fisiológico. Los minerales nos alimentan y también nos pueden curar.
(Con información de Treseus)
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