El Atlético de Madrid anunció un acuerdo histórico con Apollo Sports Capital (ASC), la división deportiva del gigante global de inversión Apollo (NYSE: APO), que pasará a convertirse en el accionista mayoritario del club rojiblanco. La operación marca un nuevo capítulo en la evolución del fútbol como activo financiero de escala global, combinando capital de inversión institucional con la gestión deportiva tradicional.
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Un cambio de control con continuidad en el liderazgo
Pese al cambio accionario, el Atlético mantendrá su actual estructura de gobierno. Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo continuarán como consejero delegado y presidente, respectivamente, y seguirán siendo accionistas del club, junto a Quantum Pacific Group y fondos gestionados por Ares Management.
Esta fórmula asegura la continuidad del proyecto deportivo y empresarial que ha consolidado al Atlético entre los clubes más competitivos de Europa durante las dos últimas décadas, con títulos en España y notables participaciones en la UEFA Champions League.
“Estamos muy orgullosos de dar la bienvenida a un nuevo socio comprometido con el club. Apollo Sports Capital respeta nuestra historia e identidad, y aportará recursos para mantener el crecimiento y la competitividad”, destacó Miguel Ángel Gil en el comunicado oficial.
Inversión para fortalecer la estructura financiera y el crecimiento a largo plazo
El ingreso de Apollo Sports Capital supone una inyección de capital y gestión especializada en un momento clave para el fútbol europeo, caracterizado por la presión financiera, la competencia internacional y el desarrollo de nuevos modelos de negocio vinculados a la tecnología, la experiencia del aficionado y la infraestructura.
Los accionistas prevén aportar nuevo capital para financiar proyectos estratégicos, incluyendo la expansión de los equipos del Atlético de Madrid y, especialmente, el desarrollo de la Ciudad del Deporte, un ambicioso complejo de uso mixto junto al Estadio Riyadh Air Metropolitano.
El proyecto apunta a convertirse en un hub de deporte, entretenimiento y cultura, con potencial para generar impacto económico directo en la región y atraer inversiones complementarias en turismo y eventos en vivo.
Apollo refuerza su presencia en el negocio deportivo global
Con esta operación, Apollo Sports Capital consolida su posición como uno de los principales fondos de inversión del deporte mundial. Además del Atlético de Madrid, ASC ha participado en activos como los torneos de tenis Mutua Madrid Open y Miami Open, y en empresas vinculadas al entretenimiento deportivo junto a figuras como Ari Emanuel y Mark Shapiro.
Robert Givone, socio de Apollo y co-gestor de ASC, calificó la inversión como “una oportunidad de apoyar a una de las grandes instituciones deportivas de Europa” y destacó la importancia de preservar la continuidad del liderazgo de Miguel Ángel Gil:
“Invertir en el Atlético es invertir en una marca global con más de 120 años de historia. Nuestro objetivo es aportar valor a través del desarrollo de la Ciudad del Deporte y la mejora de la experiencia del aficionado, generando beneficios tanto para el club como para la economía local”, afirmó.
Perspectiva económica y estratégica
Aunque los términos financieros no fueron revelados, el acuerdo refuerza la tendencia de institucionalización del capital en el fútbol europeo, donde grandes fondos y grupos de inversión —como CVC, RedBird Capital o Clearlake— han tomado participaciones significativas en clubes y competiciones.
En este contexto, la entrada de Apollo Sports Capital en el Atlético representa una operación de largo plazo y no de multipropiedad, orientada al desarrollo sostenible y a la maximización del valor de marca del club, combinando la gestión deportiva con criterios de eficiencia empresarial.
La operación está sujeta a las autorizaciones regulatorias correspondientes y se espera que se complete durante el primer trimestre de 2026.
En resumen, el acuerdo entre el Atlético de Madrid y Apollo Sports Capital no solo redefine el mapa accionarial del club, sino que refleja cómo el fútbol se consolida como un activo estratégico dentro de los portafolios globales de inversión, donde el rendimiento deportivo y la rentabilidad financiera ya forman parte del mismo juego.









