Los Boston Celtics se desprendieron de una gran parte de su plantilla ganadora de las finales de hace un par de años y pudieron bajar su millonaria masa salarial para la próxima temporada.
En concreto, el equipo más ganador de la NBA ha conseguido desprenderse de 301 millones de dólares de su plantilla para seguir en los márgenes establecidos por la competición.
Lee también: Payton Pritchard quiere ir a todo con Celtics
Mientras Jayson Tatum continúa recuperándose de su operación tras la grave lesión sufrida en la postemporada reciente, Brad Stevens, gerente general del equipo, hizo todo el trabajo «sucio» para salir de jugadores poco necesarios y reducir el valor del plantel. De hecho, a parte de la estrella del equipo, solo se han declarado como «intocables» a Jaylen Brown, Derrick White y Payton Pritchard. El resto de sus compañeros, como ha ido quedando claro en esta campaña muerta, eran todos traspasables.
Con esto, se terminaron cerrando las respectivas salidas de Jrue Holiday a Portland, de Kristaps Porzingis a Atlanta, y más recientemente la de Georges Niang a Utah. Adicionalmente, tampoco continuará Luke Kornet, quién consiguió un gran contrato en San Antonio, y parece que la opción del veterano Al Horford también se escapa, quién todavía no ha decidido su futuro deportivo pese al gran interés de los Warriors.
En total, el balance ha pasado de los 540 millones en junio del presente año a los actuales 239 millones, según las cifras indicadas por Bobby Marks.
Pero la cantidad podría seguir variando, pues, de acuerdo con fuentes cercanas a los Boston Celtics, también estarían por intentar traspasar a Anfernee Simons, con un sueldo de 27,67 millones de dólares.
