La UCV de Daniel Sasso está en otra encrucijada del destino. Mañana enfrenta de nuevo al Deportivo La Guaira, actual campeón de la Copa Venezuela, de la Supercopa y unánime favorito a dominar el grupo A de las semifinales de la Liga Futve, con la posibilidad de cambiar el rumbo de esta llave. Otra victoria sobre los naranja catapultaría al cuadro tricolor hasta la cima y Sasso sabe que este lance es crucial en sus aspiraciones. “Es uno de los partidos más importantes del Apertura, porque puede decidir muchas cosas”, advierte de entrada el director técnico más exitoso que ha pasado por el banquillo de la UCV, desde que el club académico regreso a la máxima categoría del fútbol nacional.
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Cortaron racha naranja
El pasado viernes los dirigidos por el entrenador capitalino acabaron 3-2 con el invicto de nueve fechas en fila de La Guaira, pero Sasso prefiere afrontar el choque de vuelta en la misma grama del estadio Universitario valorando las enormes fortalezas del rival.
“Será un partido extremadamente difícil, porque a La Guaira le gusta mucho la posesión de la pelota, tiene muy buenos posicionamientos, gran movilidad y para ganarle de nuevo hay que hacer un partido perfecto”, reconoce Sasso la calidad del cuadro litoralense al que superó después de cuatro partidos sin sumar completo ante el mismo rival, aprovechando una de las marcas de fábricas de la UCV y de Charlis Ortiz: el juego aéreo.
“Al principio de la temporada y en muchos espacios del torneo pasado no ayudó mucho la presencia de Charlis, pero luego se perdió casi un mes de temporada y eso nos afectó muchísimo, porque además de ser el capitán y un tipo con jerarquía, es un jugador clave en nuestro juego aéreo. Lo recuperamos contra Anzoátegui, anotó tres goles y también fue decisivo con mucha participación ante La Guaira”, recapitula Sasso el efecto benéfico que ha significado la vuelta del experimentado delantero en el ataque ucevista para esta fase.
Protagonismo costoso
La solidez defensiva también resultó otro punto alto de la UCV a lo largo del Apertura. Fue el equipo que menos goles permitió (9) en las 13 fechas, pero en el cuadrangular semifinal, el cuadro tricolor ha sido castigado con ocho tantos en tres juegos, lo que para Sasso tiene una explicación a partir de los riesgos que han tenido que asumir.
“Ahora algunos equipos se encierran atrás, lo que nos obliga a ser protagonistas, dejamos espacios y permitimos que nos hagan contragolpes. Cuando fuimos a buscar los partidos y estuvimos altos en presión, nos agarraron mal parados en las transiciones. Tenemos que volver a ser ordenados en defensa para que no ocurra más”, analiza Sasso esta fragilidad en el fondo de la cancha que deberá solventar para doblega otra vez a La Guaira y dar otro paso consistente hacia la gran final del primer semestre.
Para arrebatar la cima a los naranjas, líder del grupo con seis puntos, Sasso no tiene secretos. “Vamos a tratar de que el partido pueda parecido al que vivimos en la fecha anterior, pero con los ajustes necesarios en defensa para que no nos vuelvan a hacer los goles que consiguieron. Debemos aplicar nuestro juego directo, con los jugadores rápidos que tenemos por los costados y sacar ventaja con nuestro juego aéreo, donde ellos no son tan fuertes”, detalla la fórmula que repetirá en la que también son esenciales los cobros de pelota detenida de dos especialistas en el golpeo como el argentino Francisco Solé y el subcampeón Mundial sub-20 en Corea del Sur 2017, Samuel Sosa.
“Hay que estar muy concentrados y no podemos cometer errores, porque será un partido de muchos detalles y el que cometa menos falla se llevará la victoria”, asegura Sasso que podría volver a dirigir al borde de la cancha, luego de cumplir tres fechas de sanción.