Acercándose a su segunda campaña al frente los Mets de Nueva York, el venezolano Carlos Mendoza habló un poco sobre cómo ve a su equipo de cara a 2025; sobre todo ahora con la presencia del dominicano Juan Soto en el roster para complementar a Francisco Lindor y a un grupo joven lleno de mucho talento.
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«Creo que será muy buena», dijo Carlos Mendoza en una entrevista vía telefónica con Bill Ladson de MLB.com, cuando se le preguntó acerca de cómo anticipa que será su segundo año. «Me encanta lo que estamos haciendo. No te voy a mentir: La firma de Juan Soto fue bien importante para nosotros. La llegada de un jugador de impacto a nuestro grupo, que ya cuenta con algunas superestrellas».
«[El puertorriqueño] Francisco Lindor estuvo entre los tres primeros de las votaciones al JMV. Tenemos a Brandon Nimmo. Tenemos a jóvenes como Mark Vientos y [el también venezolano] Francisco Álvarez. También tenemos a Brett Baty y [el venezolano] Luisangel Acuña… Hemos realizado movimientos muy buenos».
Los entrenamientos primaverales están a la vuelta de la esquina, lo que le permitirá a Mendoza tener una mejor impresión de los nuevos jugadores y también en qué estado se encuentran los que ya forman parte del grupo.
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Aún resta por planificar
«La temporada muerta no ha terminado todavía. Tenemos unas semanas más antes de que nos presentemos a los Entrenamientos de Primavera, y una semanas más después de eso antes de viajar a Houston para el Día Inaugural», acotó el estratega criollo. «Hemos agregado algunos brazos de calidad, algo de profundidad en nuestra rotación. Eso es importante. Necesitaremos bastantes abridores. Estoy muy entusiasmado por el grupo que tenemos actualmente».
Cabe destacar que durante la agencia libre, los Mets firmaron para su pitcheo a Frankie Montás (dos años y $34MM), Clay Holmes (tres años y $38MM), Griffin Canning (un año y $4.25MM) y extendieron a Sean Manaea (tres años y $75MM), mientras que sumaron a A.J. Minter (dos años y $22MM).
El primer año fue de mucho
Ahora bien, Carlos Mendoza destaca dos lecciones que aprendió la temporada pasada y que fueron decisivas para alcanzar la clasificación, saliendo a flote cuando el panorama era grís.
«Mi mayor lección fue pasando por los momentos difíciles, especialmente la manera cómo iniciamos y el pésimo mes de mayo. Fue cuestión de mantenerme consistente, teniendo una buena comunicación. Fueron dos de las mayores lecciones en el primer año».
Mientras que, sobre ese carácter y temple que lo caracterizó y fue primordial para los Mets, comentó que el apoyo de sus allegados fue muy importante.
«Mi esposa, hijos y padres me han ayudado a superar esos duros momentos», agregó el capataz criollo. «No sólo ha sido mi sistema de apoyo, pero el ver a los muchachos prepararse cada día. Si sé que los jugadores, coaches y todos en el estadio están poniendo de su parte y se están preparando para salir y competir, eso me brinda confianza. Eso me mantiene optimista. Me mantiene con calma, si lo quieres describir de esa manera».
