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Fútbol en otoño – Líder en deportes

Desde hace unos días las aceras de la ciudad se visten de amarillo. Una brisa tenue empuja las hojas sin concierto hacia allá y hacia acá hasta formar un colchón que hay que pisar a cada paso. Ha llegado el otoño. Y con la estación que pronto dará paso al gélido invierno, la gente ya quiere cambiar sus atuendos. Los almacenes tienen urgencia y mientras despachan a bajos precios la ropa actual esperan por los nuevos modelos invernales; suéteres, chaquetas y bufandas están listos para tomar por asalto la moda que se impondrá.

Aquí, en contraste, la gente parece no tener tanto apuro, beben café en los negocios que despliegan sillas a lo largo de las calles, y hablan de mil cosas a la vez. En el “MarktHalle Freiburg”, un lugar que parece ser el encuentro de cada día, hay un hormigueo de parroquianos en compras menudas en pequeños negocios, y en el lugar centenas de hombres y mujeres consumen en bares vinos y cervezas como si en el mundo no pasara nada…

La aparente calma parece terminar en las cercanías del Stade Europa-Park, el estadio de la ciudad que da acogida del Freiburg FC en el que caben 35 mil espectadores, ahora en el tercer lugar de la Bundesliga, a tres puntos del líder Bayern Munich. Los aficionados, en procura de un ticket para el próximo juego del equipo de casa, desesperan dando vueltas por un revendedor que les solucione su sed de juego. En el fútbol alemán es una escena común, porque es una de las ligas con un promedio de asistencia mayor: casi 48 mil por partido.

En Alemania, aunque es un país con una gran diversidad de deportes, el fútbol sigue siendo el preferido. No obstante, sus atletas suelen estar entre los primeros de los Juegos Olímpicos, pues sumadas sus medallas, con las de la antigua Alemania Federal y las de la desaparecida Alemania Democrática o del este, disputaría el segundo lugar histórico a la Unión Soviética y Rusia…

Aunque sabemos del éxodo de compatriotas a otros lugares del mundo, aquí no es común conseguirse con venezolanos. Al menos así ha sido en nuestra experiencia luego de tener diez días en esta ciudad. Ahora recordamos los pasos del Caracas FC por aquí en los días del doctor Guillermo Valentiner.

Él, como descendiente de alemanes, gustaba que el equipo de su vida hiciera las pretemporadas en la patria de sus ancestros. Es una huella de Venezuela en tierra de teutones, y por ahí, por las esquinas de este país, seguramente habrá quien recuerde los colores rojo, negro y blanco del equipo del otro lado del océano.
Nos vemos por ahí.

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