Aaron Judge parece bien encaminado este año a romper su propia marca de 62 jonrones en la Liga Americana, y a llegar mucho más allá hasta convertiré en el décimo hombre que gane la Triple Corona ofensiva en la historia del joven circuito.
Los Yanquis perdieron el martes 5-4 el primer encuentro de una serie interligas de tres fechas contra los Rojos en Nueva York y Judge se fue de 4-3 para colocarse al frente entre los bateadores con mejor promedio de su liga, con .321, dio su trigésimo segundo bambinazo del año, tope en las ligas mayores, y remolcó una rayita para llegar a 83, siete más que su más cercano perseguidor, el dominicano José Ramírez, de los Guardianes, quien lleva 76.
En 2022, cuando disparó 62 vuelacercas, Judge necesitó 91 juegos para llegar a 32 batazos de largo metraje el 16 de julio. En esta ocasión lo consiguió en 85 encuentros.
Judge está obligado a incrementar el ritmo ofensivo, toda vez que el jardinero de los Guardianes, Steve Kwan, está a punto de reunir las apariciones legales suficientes para ubicarse con el mejor average de las ligas mayores.
Hasta la jornada del martes Kwan necesitaba apenas una visita al plato para conseguirlo y exhibía .362 de average (de 232-84), con 259 apariciones y el mínimo requerido era de 257, lo cual significa que estará muy por encima de Judge, los venezolanos Luis Rengifo y José Altuve y el boricua Carlos Correa, quienes han estado entre los mejores artilleros en las últimas semanas.
El alto rendimiento de Judge seguirá siendo, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos de la segunda mitad de la temporada, especialmente para los seguidores de los Yanquis, que no celebran una Tripe Corona desde mediados de los años cincuenta gracias al legendario Mickey Mantle.
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Miguel Cabrera fue el último artillero que ganó la Triple Corona de bateo en MLB.
Lo hizo hace doce años con los Tigres de Detroit en la edición de 2012, al promediar .330 (de 622-205) con 44 tablazos de circuito completo y 130 carreras impulsadas en 161 encuentros, a la edad de 29 años, en la que fue la décima de 21 campañas de una exitosa trayectoria como bigleaguer.