Todos conocemos la historia, la esperamos, seguimos la cuenta regresiva, la sufrimos, la vivimos, estuvimos pendientes de cada batazo y de cada vez que salía a relucir una de las dolencias físicas que hicieron mella al final en la carrera del maracayero.

Pegamos el grito al cielo cuando Aaron Boone ordenó darle la base por bolas intencional dos días antes en el partido entre Yankees y Tigres de Detroit, y luego esperamos un día debido a la lluvia para que llegara el momento, precisamente ante otro criollo.

Fue en el primer turno del juego inicial de la doble cartelera ante los Rockies en Comerica Park, Antonio Senzatela le tiró tres rectas al ‘Tigre Mayor’. La tercera fue la de gracia, un envío pegado a la parte interna de la zona de strike que el insigne paleador aragüeño envió a terreno de nadie – entre primera y segunda -.

Lo que siguió fue ‘Miggy’ alzando el puño derecho, deteniendo el juego (y el tiempo), abrazando y saludando a sus compañeros, luego recibiendo a su familia; don Doña Gregoria incluida, su mamá y su primera coach, y por si fuese poco, la ovación de todo Comerica Park, rendido a los pies de un muchacho de La Pedrera.