No es común en el fútbol de hoy que los equipos llamados pequeños tengan oportunidad de luchar contra los más poderosos y tradicionales que históricamente dominan los campeonatos. En España, el Girona del venezolano Yangel Herrera coqueteó durante largas jornadas con el primer lugar, por encima del Real Madrid y Barcelona, pero la realidad se volvió a imponer.

El rigor del campeonato, las lesiones y el brillo de jugadores como el brasileño Sávio o el ucraniano Dovbyk se fue apagando, mientras el lumbre que acompaña a Vinícius, Kroos, Bellingham, Modric y la troupe de estrellas del cuadro merengue fue demoliendo a los rivales hasta adueñarse del primer lugar de España y dejar en el camino al Manchester City en los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa. La ilusión de romper la rutina de que Real Madrid o Barcelona se lleven el título se desvaneció para el Girona, que no obstante sigue luchando por el inédito premio de terminar entre los seis mejores de la tabla para competir la próxima temporada en Europa.

En Venezuela, los equipos de abajo también amasan el sueño de poner fin al dominio que han ejercido Táchira y Caracas en los últimos cinco campeonatos, en los que se han enfrentado en dos finales con par de victorias para los aurinegros en definición por penales.

El Táchira de Eduardo Saragó no es el mismo del año pasado, pero mantiene intactas sus aspiraciones de pelear por un segundo título en fila, mientras el Caracas ya no cuenta para esta temporada, en virtud de uno de sus más flacos desempeños de su historia.

Con un equipo desmantelado, repleto de imberbes jugadores, el rojo de Leonardo González, subcampeón del pasado años, se vino a menos y por primera vez en muchos años no clasificó a la segunda fase de un campeonato en el fútbol nacional.

La Universidad Central de Venezuela del técnico Daniel Sasso y Angostura de Omar Castillo, técnicos emergentes en la Liga Futve, han surgido este año como las oncenas que amenazan revelarse y poner de cabeza el campeonato. Lo que destaca de ambos conjuntos es su enorme regularidad en una Liga donde lo común es que los equipos pequeños fallen de visitante y sucumban inexorablemente cuando se enfrenten a los poderosos.

No ha sido el caso del cuadro tricolor ni de los guayaneses. Los de Sasso marchan invictos con tres triunfos y tres empates fuera de casa, y el auriazul suma cuatro victoria y apenas dos reveses cuando le ha tocado salir del estadio Ricardo Tulio Maya.

Lo que más asombra de estos equipos es que carecen en sus filas de jugadores emblemáticos, decisivos a la hora definir los partidos, como son Maurice Cova para el Deportivo Táchira, el panameño Tomás Rodríguez en el Monagas, el colombiano Juan Camilo Zapata en el Inter de Barinas o Rafael Arace con el Deportivo La Guaira.

Ni la UCV ni Angostura tiene un matador en el área. De hecho, ninguno de sus delanteros ha fabricado más de dos goles en lo que va del torneo. El merideño Yeiber Murillo y el panameño Jhon Jairo Alvarado suman dos tantos para la alma mater y el zuliano Rony Maza tiene dos con los de Ciudad Bolívar. ¿Cómo se puede aspirar a ser campeón con un ataque tan endeble sin un delantero implacable? Pues tanto Sasso como Castillo han sabido diversificar su ofensiva. En el caso del equipo capitalino con un ataque aéreo poderoso que encabezan los defensas Adrián Martínez, Daniel Carrillo y el argentino Gonzalo Villarreal, mientras que los guayaneses tienen en los mediocampistas José Lovera y Jorge Gómez sus armas más decisivas. Habrá que ver si con esas fórmulas les alcanza para dar la vuelta olímpica.

Las frases

El Táchirano es el mismo del año pasado, pero mantiene intactas sus aspiraciones, mientras el Caracas ya no cuenta”

La UCV de Daniel Sasso y Angostura de Omar Castillo, han surgido este año como las oncenas que amenazan revelarse”

Lo que más asombra de estos equipos es que carecen en sus filas de jugadores emblemáticos, decisivos a la hora definir”

Metropolitanos de José María Morr vuelve a ser candidato al título

Si hay un equipo con un proyecto deportivo que se ha podido sostener en el tiempo es Metropolitanos del técnico José María Morr. La directiva del equipo apostó por un entrenador con ideas muy definidas, con un sello propio a la hora de armar y hacer jugar a su equipo, y allí está de nuevo el cuadro violeta metido en la segunda fase del torneo, gracias a la reacción en los últimos tres partidos de la fase regular que le permitió igualar sin goles ante Caracas, lograr lo inimaginable de superar 2-3 a la Academia Puerto Cabello en su visita a La Bombonerita y superar con autoridad 2-0 a Angostura en el estadio Olímpico.

La recuperación del experimentado defensa central Jhon Chancellor ha venido a fortalecer la última línea, donde los de Morr había mostrado problemas. En apenas dos partidos, el espigad defensa guayanés ya hizo sentir su dominio del juego aéreo convirtiendo su primer tanto ante los porteños. Metropolitanos es un equipo sólido que ha ido creciendo y que en las semifinales será uno de los candidatos firmes a pelear por su segundo título.

La batalla librada entre Man City y Real Madrid reveló la grandeza del fútbol

La enorme batalla que libraron el Manchester City de Pep Guardiola y el Real Madrid de Carlo Ancelotti en los cuartos de final de la Liga de Campeones reveló, una vez más, la dinámica inasible de este deporte y la razón por la cual es el que más fascinación ejerce sobre los aficionados a los deportes. En el fútbol no importa el tamaño ni la categoría ni el renombre de los jugadores a los que se enfrenten. Siempre se puede tener una mínima oportunidad de ganar sin importar el dominio que ejerza un equipo presionando alto, controlando el balón y acorralando a los 11 rivales contra su propio arco como hicieron los ciudadanos en el Eithad Stadium ante los merengues.

El City rayó en la perfección. Remontó el choque en una jugada colectiva de gran factura técnica y tuvo contra las cuerdas al Real Madrid ampliando la cancha por los costados, llegando una y otra vez con peligro, pero sin finura para definir sus oportunidades. Y ante el Real Madrid, ya se sabe, si le dejas el resquicio más diminuto para entrar por allí se cuela y liquida. No importa el resultado, la belleza del fútbol salió triunfante con tanta entrega.