DAT.- Si hay un deporte que ha ganado un auge muy pronunciado en los últimos años es el pádel, un juego de pelota muy similar al tenis, aunque con una pista de dimensiones mucho más reducidas rodeada de cuatro paredes. Y, como no podía ser de otra manera, Latinoamérica no ha estado ajena a esta tendencia.

Explica Luis Alejandro Sampayo Cabada que el pádel es un deporte que combina elementos del tenis y el squash, y que comenzó como una moda en algunos países de la región latinoamericana hace relativamente poco, convirtiéndose en una auténtica fiebre de manera muy veloz, y conquistando a jugadores de todas las edades y niveles sociales.

Infraestructura e inclusión

Uno de los factores clave detrás del crecimiento imparable del pádel en América Latina es la expansión de la infraestructura dedicada a este deporte, con clubs y centros deportivos acometiendo la construcción de canchas para satisfacer la creciente demanda. Esta inversión en instalaciones de calidad ha hecho que la disciplina sea más accesible, atrayendo tanto a jugadores experimentados como a aquellos que se acercan al deporte por primera vez.

Y sí, esos que se acercan por primera vez son mayoría. ¿La razón? El pádel se destaca por su naturaleza inclusiva y su facilidad de aprendizaje. A diferencia de otros deportes, no requiere de habilidades técnicas avanzadas para disfrutar del juego desde el principio. Esta accesibilidad ha contribuido a su popularidad, atrayendo a personas de todas las edades y niveles de habilidad.

Por si eso fuera poco, la posibilidad de jugar en parejas fomenta la sociabilidad y convierte al pádel en una actividad atractiva para amigos y familias.

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¿Y saben qué otra cosa fomenta el pádel? ¡La cultura del fitness! Y es que la combinación de ejercicio físico, estrategia táctica y diversión ha atraído a aquellos que buscan una forma entretenida de mantenerse activos. La proliferación de eventos y torneos ha contribuido a la creación de una comunidad apasionada en torno al deporte, generando un sentido de pertenencia y camaradería.

Lo mejor de todo es que el crecimiento del pádel en América Latina no parece tener límites. Explica Luis Sampayo que, con una base sólida de instalaciones y una comunidad diversa de jugadores, esta disciplina se ha arraigado como una tendencia imparable en la región, prometiendo seguir expandiéndose y cautivando a más entusiastas en los próximos años.

DATO: El pádel se juega con una pala especial, generalmente por parejas, y consiste, básicamente, en pasar la pelota a campo contrario por encima de una red, pudiéndose hacer rebotar la bola en las paredes durante el juego. El nombre del deporte procede del inglés y la palabra ‘paddle’, que significa ‘pala’ o ‘raqueta’. Sus orígenes históricos se remontan al año 1969 en Acapulco (México).

(Con información de Luis Alejandro Sampayo Cabada)