La historia de Javier Mascherano con la Argentina fue la de un amor no correspondido… hasta el Preolímpico de Venezuela.
Como jugador, escolta del astro Lionel Messi con más presencias, perdió cinco finales con la Albiceleste, una de ellas la del Mundial 2014. Pero ahora como entrenador de combinados juveniles de su país ha comenzado a redimirse.
Un cabezazo de Luciano Gondou al minuto 78 le dio la victoria a Argentina 1-0 ante su clásico rival Brasil el domingo en el cierre Preolímpico Sudamericano Sub23. Aseguraron el boleto a París 2024.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) confirmó el lunes que el excapitán de la Albiceleste dirigirá al equipo en los Juegos Olímpicos.
“Mi relación con la selección siempre fue muy controvertida y seguirá siendo así, pero lo importante es aceptar las críticas para crecer”, declaró el entrenador tras el triunfo.
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Como mediocentro, Mascherano tuvo un debut precoz en Argentina a los 19 años y el camino fue largo y complicado. Fue titular en las cinco finales frustradas entre Copa América (2004, 2007, 2015 y 2016) y Mundial, ganándose la antipatía de la afición.
Curiosamente, las únicas alegrías de Mascherano como jugador en la Albiceleste fueron olímpicas: las medallas de oro en Atenas 2004 y Beijing 2008. En 2018 se despidió de la selección tras 147 partidos, récord sólo superado por Messi (180).
Ahora tiene la oportunidad de seguir sumando glorias olímpicas, esta vez como entrenador.
AP
