Harold Ramírez no tenía mucho tiempo en Venezuela cuando se reportó al Estadio Monumental y apareció en el lineup de los Leones del Caracas como tercer bate y jardinero izquierdo en lo que a la postre fue la blanqueada 5-0 sobre Bravos de Margarita.
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El cartagenero la haló de línea hacia la banda contraria (la derecha), consiguiendo un doble ante los envíos de Julio Vivas, que trajo a la goma a Freddy Fermín con la primera anotación del partido en el capítulo inicial y posteriormente en carrera con sencillo de Balbino Fuenmayor. El popular dicho ‘cayendo y corriendo’ fue aplicado a la perfección.
En su siguiente turno conectó sencillo con rodado a segunda base, terminando la jornada de 4-2 y con la satisfacción de volver a la pelota criolla y haberse llevado el triunfo en su estreno.
“Muy contento de estar aquí, me siento como en casa”, dijo Harold Ramírez al circuito radiofónico de los Leones del Caracas, aludiendo a aquella temporada 2018-19 en la que fue campeón bate (con .381. Y, la fanaticada melenuda estableció una conexión con el colombiano que hasta el día de hoy se mantiene.
“Vine a hacer mi trabajo y aportar mi granito de arena. Esperemos en Dios llegar a la final y ganarla”, sentenció el patrullero cafetero, que viene de ganar la Final del circuito invernal de su país con Caimanes de Barranquilla.
Se considera mejor bateador
Ahora bien, han pasado cinco años desde esa primera incursión de Harold Ramírez en la pelota criolla. Debutó en Grandes Ligas; el año siguiente de haber jugado en la LVBP, y se considera un pelotero más maduro, más selectivo. No por nada tiene dos temporadas consecutivas bateando por encima de .300 en más de 120 desafíos con los Rays de Tampa Bay.
“Lo más importante, esperemos en Dios, es obtener buenos resultados”, sentenció Harold Ramírez, que encontró caras conocidas a su retorno a suelo venezolano. “La mayoría de los jugadores que estuvieron conmigo en 2018 todavía están aquí”.
