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10 lecciones de negocios para la etapa del crecimiento

Puntos principales

  • Superados los dos primeros años de supervivencia, el emprendedor debe enfrentar nuevos retos.
  • Los cambios del negocio no se detienen, y además de ajustar permanentemente el plan de crecimiento hay que mantener el foco en las necesidades del cliente.
  • La tecnología no es un gasto: es una inversión. Y tu mejor aliada en esta etapa.

Emprender es un camino de aprendizaje constante. En los primeros años de la empresa, hay que aprender a manejar presupuestos, vender, negociar con proveedores y motivar al equipo. En la etapa del crecimiento, y superados los dos primeros años de supervivencia, los retos son otros. Por ejemplo, cómo escalar la operación, o cómo asegurar la rentabilidad.

No importa cuál sea la industria en la que estás operando, crecer es algo con lo que todo emprendedor sueña, pero también puede traer sus complicaciones. Y estas son 10 lecciones muy útiles para esta etapa.

Contenido

#1. El cambio es lo único que permanece

En la etapa del crecimiento, los emprendedores sienten como si hubieran llegado a la meta luego de una larga carrera. Y creen que en adelante, y gracias a su conocimiento del mercado, ya tendrán todo bajo control. ¿Y sabes qué? La realidad es que los cambios van a continuar, porque la carrera sigue, se trata solo de otro etapa. Con otros retos, con otros aprendizajes, con nuevas transformaciones…

#2. El foco debe estar siempre en superar las expectativas del cliente

Uno de los errores más comunes entre aquellos emprendedores que alcanzan la etapa de crecimiento es confiarse en la calidad de sus productos o servicios. Y olvidar que su tarea más importante es no solo atender, sino superar las expectativas de sus clientes, a través de sus productos y servicios pero también de la experiencia que vive el consumidor. Esa es la única manera de asegurar que tu propuesta comercial se mantenga relevante, y de estar siempre un paso por delante de la competencia.

#3. Sin un plan no hay crecimiento posible

Para un crecimiento sano necesitamos escalabilidad y orden. Y la escalabilidad va mucho más allá de aumentar la capacidad de producción, o el número de vendedores. Incluye además el desarrollo de procesos, la creación de nuevas políticas comerciales, la digitalización de los canales de venta y de comunicación con los clientes, la ampliación de las instalaciones, etc. Para tomar buenas decisiones, y lograr los resultados esperados, hay que planificar.

#4. El flujo de efectivo es el mejor indicador de la salud financiera de la empresa

¿Vendes mucho pero llega fin de mes y no tienes recursos para pagar la nómina o los impuestos? Entonces tu problema no está en los ingresos, sino en el flujo de efectivo. El dinero disponible en las cuentas bancarias y la caja chica del negocio es el oxígeno que va a mantener viva la operación. Así que revisa todos los meses su estado, y si hace falta, haz ajustes en los ciclos de cobro y pago.

#5. La tecnología es una inversión, y tu mejor aliada

Crecer es sistematizar, automatizar, captar y procesar la mayor cantidad de datos para la toma de decisiones… Crecer significa invertir en tecnología, e incorporar plataformas enfocadas en las necesidades de los dueños de una pequeña y mediana empresa (pyme), que necesita facturar sin errores y de acuerdo a los requisitos de la autoridad fiscal, administrar la nómina o tomar decisiones inteligentes en el manejo diario del inventario. La buena noticia es que hoy existen muchas opciones en el mercado, eficientes, flexibles y escalables.

Las relaciones con aliados estratégicos aceleran el crecimiento y fortalecen las bases del negocio.
#6. El equipo de TI debe estar en el centro de la toma de decisiones

A medida que el negocio crece, y también la incorporación de plataformas tecnológicas, es vital contar con el apoyo del equipo de Tecnologías de la Información (TI). Y en un papel protagónico. Anteriormente, los responsables de esta área se limitaban a cumplir órdenes de otros departamentos, como Compras o Contabilidad. Hoy, y debido al peso de la tecnología en la operación y rentabilidad del negocio, es necesario que entiendan a fondo las necesidades del negocio, puedan ofrecer soluciones y tengan la autonomía necesaria para tomar decisiones.

#7. El objetivo número 1 del plan de marketing debe ser la visibilidad digital de tu marca

¿Qué es lo primero que hacemos cuando queremos tener referencias sobre un negocio? Buscar información en Internet. Por eso es importante que desarrolles una estrategia para darle visibilidad digital a tu marca. Lo básico es contar con un perfil en alguna red social, como Facebook o Instagram, donde se explique qué vendes, dónde está ubicado el local y cuáles son los horarios de atención.

Y donde publiques regularmente novedades relacionadas con el negocio, como el lanzamiento de nuevos productos o servicios, de ofertas y de promociones. Con el tiempo, incorpora también una página Web, con información más amplia, y un Perfil de Negocio en Google.

#8. No necesitas contactos, necesitas aliados estratégicos

Las relaciones con aliados estratégicos aceleran el crecimiento y fortalecen las bases del negocio. Búscalos entre clientes, proveedores, otros emprendedores y mentores de negocios. Busca el interés mutuo, y no solo lograr un beneficio para tu empresa y su crecimiento. Haz networking con inteligencia, los contactos por sí mismos no sirven de nada.

#9. Hay que comunicar la innovación de manera simple

Cuando creamos un producto único y original, o somos capaces de sorprender al cliente con una experiencia inolvidable, hay que aprender a contarle por qué somos su mejor opción de manera sencilla. A veces, los beneficios o la innovación de un producto son comunicados a través de mensaje sofisticados, memes divertidos o videos de influencers que, al final, no venden. Habla con tu cliente de manera directa y dile en qué puedes ayudarlo a mejorar su vida.

#10. Mide, ajusta y cambia tu plan

No importa qué tan bien estén marchando las cosas, y qué tan bien planifiques, nada va a suceder de la manera que esperas. Así que prepárate para ajustar tu plan de crecimiento regularmente, de acuerdo a la información que te ofrezca el mercado, la economía, la competencia y, sobre todo, los clientes. Mantente atento a las señales, confía en ti mismo y encontrarás el camino.

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