Contar con un seguro de salud o médico es algo fundamental para toda persona ya que costear los gastos que se generan por causa de una enfermedad o intervención quirúrgica es algo un poco difícil o complicado de realizar. Se tiene la creencia de que una póliza de seguro de salud de bajo precio resulta malo o poco confiable en comparación a aquel contrato que tiene un alto precio, esto es completamente falso debido a que el que presta el servicio es la clínica, centro médico o el especialista y no la empresa asegurada y va a depender de cada cliente y de las coberturas que ofrece.

¿Qué es un seguro de salud?

Se define a un seguro de salud, llamado también seguro médico, como aquel contrato que se establece entre la compañía aseguradora y la persona interesada con el propósito de estar amparado y protegido ante cualquier problema de salud que incluye gastos médicos, exámenes, consultas y operaciones quirúrgicas. Es un tipo de contrato que no tiene una tarifa fija, pues, existen varios aspectos a considerar y es por eso que cada cliente tiene la potestad de adquirir la póliza que más le conviene y se adapte a su poder adquisitivo.

Este tipo de seguro se caracteriza porque las aseguradoras no son las encargadas de pagarles a los especialistas el monto de su consulta privada, en su lugar se establece un convenio entre la empresa y los médicos. Es por este motivo que, a la hora de adquirir un seguro de salud, se debe revisar el equipo médico que la empresa va a garantizar sus servicios y así verificar si conviene o no.

Factores que influyen en el costo de un seguro de salud

Como cualquier otro tipo de seguro, la póliza de salud se basa en una serie de factores, los cuales son indicativos para cuantificar la prima a cobrar, es decir, la cantidad de dinero que el cliente deberá cancelar para poder gozar de los beneficios de este contrato, entre estos factores se encuentran:

Estado de salud

Un gran número de aseguradoras exigen al cliente llenar un cuestionario médico como requisito fundamental para poder optar por la póliza de salud, con esto se requiere verificar el estado de la persona que quiere comprar este seguro. Esto se hace independientemente de la edad, solo se enfoca en saber si hay una condición previa, enfermedad, intervenciones quirúrgicas, tratamientos recibidos en el pasado, medicamentos que se toman y cualquier otro aspecto que se crea conveniente, incluso, se puede exigir un examen médico o una prueba de esfuerzo si es una persona mayor.  

Edad

La edad es probablemente el factor más decisivo para calcular la prima a pagar, pues, las personas según los años que tenga, posee diferentes necesidades, por ejemplo: una persona de edad avanzada tiene mayor probabilidad de visitar al médico con más frecuencia que alguien más joven. Esto no quiere decir que estos individuos no sufran algunos problemas de salud, las probabilidades que visiten al médico es mucho menor, en cuanto a los bebes, debido a que suelen ir al especialista muy seguido, puede ser causante del valor del seguro.  

Hábitos de vida

Una persona que tenga hábitos saludables como hacer ejercicios, una alimentación saludable, no fuma y no consume sustancias adictivas como droga o alcohol, pagará una prima menor en comparación a aquella que su estilo de vida se encuentre llena de excesos y sedentarismo, pues, es muy probable que sus visitas al médico sean usuales.

El seguro médico es una alternativa funcional cuando llegan esos momentos difíciles donde la salud requiere de atención ya que evita trámites engorrosos, esperas indeseables y la escogencia de los servicios de salud que se adapten a las necesidades de los clientes.