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Científicos logran que células humanas jueguen Pong

Un equipo de científicos en Australia, lograron que un grupo de células cerebrales aprendieran a jugar Pong, el primer videojuego de la historia, y se descubrió que aprendían más mientras jugaban.

Estos investigadores garantizaron que este es un primer caso de cómo se les puede educar a realizar labores y que los resultados pueden sorprender en futuros tratamientos para enfermedades mentales.

Cortical Labs fue la startup que obtuvo este logro gracias a DishBrain, una agrupación de 800.000 células a las que se les enseñó a reaccionar a la dinámica del juego por medio de electrodos y con el tiempo estas aprendieron a jugar de mejor forma.

“El grupo de células es capaz de recibir información de una fuente externa, procesarla y luego responder en tiempo real”, informó el doctor Brett Kagan, autor principal de un artículo sobre la investigación a la BBC.

En primera instancia, el equipo de investigadores cultivó células cerebrales humanas a raíz de células madre y algunas de embriones de ratón hasta lograr un total de 800.000. Después conectó este mini-cerebro al videojuego a través de electrodos que mostraban de qué lado se encontraba la pelota y que tan lejos estaba la paleta o la raqueta para golpearla.

De este modo, DishBrain recibió señales de retroalimentación con impulsos para saber los movimientos básicos del juego. Las respuestas iniciales fueron que el grupo de células reveló signos de “aprendizaje aparente dentro de los cinco minutos de juego en tiempo real que no se observa en condiciones de control”.

Las células están aprendiendo

Sin embargo luego de 20 minutos la calidad de juego mejoró, algo que según los científicos muestra que las células se estaban reorganizando, desarrollando redes y aprendiendo.

Modificaron su actividad de una manera que es muy consistente con su comportamiento real como un sistema dinámico. Por ejemplo, la facultad de las neuronas para cambiar y adaptar su actividad como respuesta de la experiencia incrementa con el tiempo, de acuerdo con lo que vemos en la tasa de aprendizaje de las células”, manifestó el doctor Kagan.

Si bien DishBrain seguía cometiendo errores y dejando pasar la pelota, su medida de éxito estaba muy por encima del azar, aunque este no era consciente de que se encontraba jugando, cómo si lo haría una persona.

La investigación no termina ahí, los científicos desean estudiar cómo las medicinas y el alcohol impactan en la capacidad de respuesta de las células en Pong, esto para probar si realmente pueden ser un suplente del cerebro humano.

Asimismo, este descubrimiento puede dar información acerca de cómo tratar enfermedades neurológicas como la epilepsia y la demencia.

“Tenemos que ver esta nueva tecnología muy parecida a la moderna industria informática, cuando los primeros transistores eran prototipos extraños, no muy confiables, pero luego de años de investigación dedicada, llevaron a grandes maravillas tecnológicas en todo el mundo”, aseguró Kagan.