El tenista británico tiene un año fuera de las competiciones debido a una lesión en su cadera.

Andy Murray expresó este martes su deseo de estar listo para disputar el torneo de Wimbledon, aunque está a sabiendas de que el tiempo de preparación y recuperación se le está acabando.

En un acto promocional en Londres, Murray confirmó que aunque se había registrado para el Abierto de Libema, disputado en Holanda sobre hierba la próxima semana, ha tenido problemas con la rehabilitación que ha llevado a cabo para recuperarse de la operación de cadera a la que se sometió el pasado enero en Melbourne (Australia).

“Va muy lenta. Llevo un año fuera, lo que es más tiempo del que tanto yo como la gente de mi equipo esperábamos, pero me estoy acercando a jugar otra vez. Empecé a entrenar hace unos días y confío en volver a lo largo de la gira de hierba”, argumentó el exnúmero uno del mundo.

El dos veces campeón del Grand Slam londinense lleva fuera de los torneos de Tenis desde que cayera eliminado en los cuartos de final del pasado Wimbledon, pero espera ser de los contendientes al título el próximo 2 de julio, cuando arranque el torneo.

“Espero estar allí, pero Roger Federer tiene un fenomenal récord en césped. Ha ganado ocho veces en Wimbledon, así que sin ningún lugar a dudas es uno de los favoritos, pero nunca se sabe, depende un poco del cuadro”, matizó.

Murray, campeón de Wimbledon en 2013 y 2016, volvió a tocar pista entrenando en abril, pero paró tras varias sesiones, al no estar contento con cómo su cadera aguantaba la presión de competir los puntos.

Su madre, Judy Murray, desveló este lunes que el escocés había vuelto a las canchas y el propio Murray lo confirmó este martes.

Antes de Wimbledon, que se disputará del 2 de julio al 15 del mismo mes, Murray está inscrito para el torneo londinense de Queen’s (entre el 18 y 24 de junio), donde se ha coronado en cinco ocasiones, la última de ellas en 2016.