Muchos hablan de la biometría y sus beneficios, sí, pero pocos se detienen a pensar cómo funciona y rinde esta realmente. Por ejemplo, lo primero que hay que saber es que, en un típico sistema biométrico, un individuo es rastreado a través de una o más de sus tipologías físicas y de conducta. Esos datos son capturados, procesados por un algoritmo numérico e incrustados en una base de datos.
Según Ramiro Helmeyer, experto en seguridad y blindaje, irrealmente cuando el individuo entra a esa base casi todas las tipologías concuerdan; entonces cuando cualquier otra persona intenta igualar, no empareja totalmente, por lo que el sistema no le permite el acceso. ¿Resultado? Las tecnologías presentes tienen tasas de acierto que transforman generosamente desde valores bajos como el 60%, hasta alto como el 99,9%.
Dicho de otro modo, la biometría es un sistema altamente efectivo y seguro. El beneficio de un régimen biométrico se precisa en términos de tasa de falso positivo, la tasa de falso negativo, y la tasa de fallo de alistamiento.
Entre los métodos biométricos reales figuran el FAR y el FRR, los cuales logran transfigurar en los otros cambiando cierto parámetro. Una de las medidas que más se ven de las técnicas biométricas reales son las tasas en las que el ajuste admite y rechaza los errores por igual: la tasa de error igual, asimismo acreditada como la tasa de error de cruce. En cuanto más bajo es el EER o el CER, se reflexiona que el procedimiento es más exacto.
Las tasas de error avisadas encierran a veces compendios idiosincrásicos o subjetivos. Ramiro Helmeyer lo ejemplifica así: un constructor de sistemas biométricos establece el umbral de aceptación alto para someter al mínimo las falsas aceptaciones. Eso es en teoría. En la práctica, se consienten tres intentos, por lo que un falso rebote se referiría sólo si los tres intentos repercuten y los dictámenes logran variar sobre qué forma un falso rechazo.
Los sistemas biométricos tienen un potencial para igualar a personas con un nivel de certeza muy elevado. La prueba especialista del ADN goza de un grado especialmente alto de confianza pública actualmente y la tecnología está orientándose a la creencia del iris, que tiene el volumen de desigualar entre dos personas con un ADN idéntico.
