Febrero del 2016 es la fecha esperada por muchos. El Jeque Salman se postula a la presidencia de la FIFA, en medio de los escándalos de corrupción que azotan al ente rector del balompié internacional.
Salman aspira a ser el sustituto de Joseph Blatter, quien se encuentra suspendido de manera provisional mientras se desarrollan las investigaciones de Suiza por presuntas operaciones fraudulentas. En la misma condición se encuentra Michel Platini, presidente de la UEFA, quien tampoco podrá ser candidato a la presidencia de la FIFA por lo pronto.
Bahréin es el lugar de residencia del jeque Salman bin Ibrahim Al Jalifa. Desde allí, el dirigente ha denunciado una campaña de descrédito que intenta empañar su candidatura. En la actualidad se desempeña como máximo representante de la Confederación Asiática de Fútbol.
Abusos de autoridad habrían sido protagonizados por el Jeque Salman durante la primavera árabe en Bahréin, lo que estaría dando paso a los rumores en su contra. La Familia Real del emirato le ha prestado todo su apoyo en estos momentos difíciles.
Bahréin fue blanco de varias protestas hace cuatro años. Los manifestantes reclamaban una mayor apertura democrática y se enfrentaron a los cuerpos de seguridad y orden público, que al parecer cometieron múltiples violaciones a los derechos humanos.
