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Cedeño destacó en rol de estafador

De la exitosa camada de venezolanos que llegó a las Grandes Ligas en el 95 surgió Roger Cedeño, que con tan solo 20 años se estrenó con los Dodgers de Los Ángeles y al final logró hilar 11 contiendas, repartidas entre Mets, Cardenales, Tigres y Astros.

El valenciano debutó el 20 de junio y vio acción en 40 juegos, pero actuando la mayoría de las veces como sustituto defensivo, es por eso que aquel año solo registro 42 turnos y pudo conectar 10 imparables. Un año más tarde, a mediados de mayo, comenzó a ver más turnos y eso duplicó su tiempo de juego, disputando un total de 86 compromisos en los que bateó .246. La historia fue muy similar al año siguiente, pero entonces se mostró mucho más maduro al bate y ligó para .242. Para 1998 era parte de los titulares de Dodgers y a la postre fue el que más juegos disputó con un total de 105. Eso sí, su producción ofensiva no estaba a tope, de hecho esa temporada ligó apenas para .242 con 17 remolques y 33 anotadas. Tenía que hacer ajustes, reinventarse, si en realidad quería mantenerse y eso hizo.

En 1999 se unió a los Mets, que sin dudarlo le dieron la oportunidad de ser titular para custodiar sus jardines junto al inmortal Rickey Henderson. Ahí coincidió además con su compatriota Edgardo Alfonzo y vivió un año pletórico, el mejor de su carrera. En 155 juegos conectó 142 hits, siendo esta la primera vez que superaba la barrera de los 100 inatrapables, empujó además 36 carreras y anotó 90. Pero además se robó 66 bases, imponiendo un récord para venezolanos, el cual rompió Ronald Acuña Jr. con 73 estafas en 2023. Todo esto para dejar un promedio al bate de .313 y un OPS de .804. Jugó entonces su primera postemporada y se vio inmenso dejando un average de .421, pero Mets cayó en la serie de campeonato ante los Bravos de Atlanta.

Pese a su extraordinario año, Roger no pudo quedarse en New York. Pero regresaría más adelante. Primero defendió los colores de los Astros de Houston (2000) y los Tigres de Detroit (2001), equipo con el que volvió a ser titular y dejó un buen promedio de .293 y 48 carreras empujadas, que a la postre fueron un récord personal. Roger volvió a Mets para las campañas 2002 y 2003 y fue en ambas ocasiones el guardabosques que más juegos disputó, con 149 y 148 juegos, respectivamente. Su carrera terminaría en San Luis, donde jugó en 2004 y 2005, siendo parte -claro- del equipo que fue campeón de la Liga Nacional en 2004 y a la postre cayó en la Serie Mundial ante los Medias Rojas de Boston.

Al final el valenciano disputó 1100 juegos, en los que conectó 865 hits incluidos 199 extrabases, empujó 274 carreras y anotó 478. Robó 213 bases, que todavía hoy son la octava marca más alta para un venezolano. Finalmente, se retiró con un promedio de .273. En 922 juegos estuvo en el campo, mayormente en el jardín derecho (295), pero también se le cuentan ocho como designado y uno en segunda.

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