Comenzar la temporada veraniega incluidos entre los mejores de sus clubes, no está nada mal. Los periodistas españoles, que no se andan con chiquitas al momento de calificar las actuaciones de los futbolistas, a veces con cierta mezquindad, no vacilaron en darle a Salomón Rondón, en el partido del Oviedo en las derrota de los asturianos ante el Villarreal, la segunda nota más alta del equipo, solo detrás de la del arquero.
Igual estimación recibió Jon Aramburu, como marcado de punta derecho de la Real Sociedad en el empate ante el Valencia, a la vez que Yangel Herrera, aun con la caída de estrepito del Girona frente al Rayo Vallecano, fue designado como el mejor entre sus compañeros, no obstante jugar para un cuadro un perdedor…
Salomón no marcó, pero su empecinamiento en la lucha fue para emocionar. Metió cuerpo, enfrentó con bravura venezolana a los poderosos zagueros del Villarreal, ya advertidos de la potencia de bestia del centro delantero salido de las canteras de Catia. Rondón tendrá el próximo domingo su gran oportunidad: frente a él estará, con todo el orgullo en entredicho luego de su debacle en el Mundial de Clubes, “solo” el Real Madrid. Jon, de trepidantes galopadas ante la oposición del Valencia, irá con determinación ante el Español, ahora con aires de grandeza luego de despachar, después de estar abajo, al Atlético de Madrid. Yangel, un jugado de fina estampa que ya da señales de regreso, y el Girona, van por el oro ante los mismos valencianos…
Es buena época, y mirando de cerca los partidos decisivos de la Vinotinto, los tres valores han hecho sonar con estridencia sus clarines. Rondón, considerado bandera nacional a sus 36 años de edad que cumplirá en unos días, tirará a la diana las flechas de la que quizá sea su última parada: ¿qué más se le puede pedir a un hombre de cien guerras y mil combates? No tendrá otro chance de ir a un Mundial: esta puede ser la vez.
Para Jon Aramburu es otro el paisaje: tan joven, a sus23 años, es mucho lo que aún puede soñar, y una de sus ilusiones será la misma que la de su compañero atacante. Hace algunas semanas se habló de que podía ir al Atlético de Madrid, mas todo quedó en murmuraciones de esquinas.
Yangel Herrera creció como un valor en ciernes para el Manchester City, pero sus lesiones, aquellas que amenazan como sombras traicioneras a los futbolistas, le han tendido trampas para que, a sus 27 años de edad, se enfoque plenamente en el Girona y en la selección Vinotinto. Todos miran hacia el presente y el porvenir, y en el porvenir surge, erecta, unánime, indiscutible, la Vinotinto. Nos vemos por ahí.
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