Una de las curiosidades menos frecuentes y de mayor complicación en la hípica de cualquier parte del mundo, es un empate para el primer lugar entre dos ejemplares.
Que dos corceles con más de 400 kilos cada uno crucen la meta igualados en el primer puesto, luego de dar todo por el todo y desarrollar sus capacidades físicas para intentar deshacerse del feroz acoso de un rival que no le da tregua durante largo trayecto de una agotadora carrera, es algo poco visto en la actividad hípica mundial.
El pasado domingo los aficionados disfrutaron de una de las facetas de mayor complicidad de la hípica mundial, cuando la yegua estadounidense y gran favorita Hayes Bay, con la monta del experimentado Jaime “Pocho” Lugo y la criolla Mi Maritza, bajo las bridas del aún aprendiz Wilmer Véliz, se trenzaron en un fuerte duelo por el sitial de honor durante los últimos 400 metros de la carrera, para cruzar la meta de manera igualadas.
Fue un verdadero match que hizo levantar de los asientos a los asistentes al óvalo caraqueño la que protagonizaron Mi Maritza (428 kilos) por la parte de adentro intentando ganar de punta a punta y Hayes Bay (466 kilos), por la parte de afuera tratando de darle caza desde la entrada en la recta final, sin lograr su cometido a pesar de las exigencias de su jinete, ya que la nacional guapeó como una campeona, no se amilanó y reaccionó para no dejarse pasar por la importada, hasta que la meta las sorprendió empatadas en el primer puesto.
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Luego de finalizada la carrera y la solicitud reglamentaria de la foto que dilucidaría el ajustado final, se pudo comprobar que Mi Maritza y Hayes Bay cruzaron la meta en el mismo instante con tiempo de 81”4, para los 1.300 metros en uno de los episodios más emocionantes y pocas veces visto.
Los entrenadores Humberto Correia y Gabriel Márquez, compartieron en el paddock.
