El fútbol argentino registró este fin de semana el regreso de los aficionados visitantes a los partidos oficiales luego de haberse acabado una prohibición de más de 10 años que limitaba la entrada únicamente a los hinchas del club local.
Esta prueba piloto para analizar el correcto comportamiento por parte de ambas hinchadas ocurrió este 19 de julio en la ciudad de Buenos Aires, específicamente en el partido entre Lanús y Rosario Central.
En dicho compromiso correspondiente a la Superliga Argentina se le permitió la entrada a 3.500 aficionados del equipo visitante para que pudieran respaldar a su institución.
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Sorpresivamente Rosario Central terminó quedándose con la victoria de este encuentro 1-0 para poder darle la alegría a estos aficionados que hicieron el esfuerzo de llegar al estadio.
La prohibición se estableció desde el 11 de junio de 2013 como un acto para prevenir actos de violencia en los estadios tras la muerte de un aficionado que justamente era hincha del Lanús.
En aquella oportunidad fue agredido con una bala de goma por un policía que intentaba contener a la multitud que buscaba conflicto tras el encuentro.