El lanzador dominicano Luis Ortiz, de los Cleveland Guardians, se encuentra en el centro de una investigación de la Major League Baseball (MLB) por presuntas irregularidades vinculadas a apuestas deportivas. Mientras avanza el caso, la liga ha colocado al jugador en licencia no disciplinaria con goce de sueldo y se espera que su situación se defina entre el 17 y 18 de julio, una vez concluido el receso por el Juego de Estrellas.
Ortiz, de 26 años, fue apartado del equipo el pasado 3 de julio, luego de que la firma independiente IC360, especializada en monitorear la integridad de eventos deportivos, detectara movimientos inusuales de apuestas relacionadas con dos lanzamientos suyos. En ambos casos —ocurridos el 15 de junio contra los Seattle Mariners y el 27 de junio frente a los St. Louis Cardinals—, las apuestas se enfocaban en microproposiciones que predecían que su primer lanzamiento en la entrada sería una bola o un pelotazo. Las jugadas apostadas se cumplieron y, según reportes, el volumen inusual de apuestas provenía de estados como Ohio, Nueva York y Nueva Jersey, donde la actividad está estrictamente regulada.
Ante la sospecha de posible manipulación, la MLB activó su protocolo de integridad en conjunto con la Asociación de Jugadores (MLBPA). Aunque Ortiz no ha sido suspendido ni acusado formalmente de violar el reglamento, se decidió colocarlo en licencia con sueldo para apartarlo de la actividad mientras se desarrolla la investigación. El lanzador regresó a Cleveland, donde permanece alejado de las instalaciones del equipo y no forma parte de la rotación activa. En su lugar, el zurdo Joey Cantillo ha asumido temporalmente su puesto en la rotación.
Desde la gerencia de los Guardians, el presidente de operaciones Chris Antonetti confirmó que Ortiz mantiene comunicación con el club, pero no puede ingresar a los entrenamientos ni participar en actividades del equipo mientras dure su licencia. “Estamos en contacto con él y respetamos el proceso. Es una situación delicada que se está manejando directamente desde la oficina del comisionado”, señaló Antonetti sin ofrecer mayores comentarios.
La situación de Ortiz se da en un contexto donde la MLB ha adoptado una postura cada vez más severa frente a cualquier vínculo entre el béisbol profesional y las apuestas deportivas. Apenas el mes pasado, el infielder Tucupita Marcano fue expulsado de por vida por apostar en partidos de su propio equipo. En ese mismo caso, otros cuatro jugadores fueron suspendidos por apostar en partidos de béisbol, aunque sin participación directa. Además, en febrero, el árbitro Pat Hoberg fue despedido por participar en apuestas legales y alterar evidencia relacionada.
Luis Ortiz debutó en Grandes Ligas en 2022 con los Pittsburgh Pirates y llegó a Cleveland en diciembre de 2024 como parte de un intercambio de lanzadores. Esta temporada registra marca de 4 victorias y 9 derrotas, con un promedio de carreras limpias de 4.36 y 96 ponches en 16 aperturas. Aunque su rendimiento ha sido intermitente, era considerado una pieza importante de la rotación en Cleveland.
La investigación, según fuentes cercanas a la liga, está en su etapa final y podría resolverse apenas concluya el receso del All-Star Game. Esto coloca el horizonte de decisión en torno al 17 o 18 de julio, fechas en que los equipos retoman su calendario regular. De confirmarse la participación directa de Ortiz en actividades de apuestas, podría enfrentar sanciones que van desde una suspensión prolongada hasta la expulsión definitiva del béisbol, si se comprueba manipulación intencional de resultados.
Hasta ahora, ni Ortiz ni sus representantes han hecho declaraciones públicas. La MLB tampoco ha emitido un informe detallado, alegando que se trata de una investigación en curso. Mientras tanto, los Cleveland Guardians se enfocan en la segunda mitad de la temporada, tratando de mantenerse competitivos en una división Central de la Liga Americana particularmente cerrada.
La resolución del caso marcará un nuevo capítulo en la política de tolerancia cero que la MLB ha impuesto frente a las apuestas deportivas, especialmente en una era donde estas actividades se han legalizado en gran parte del país. En el centro de la tormenta, Luis Ortiz espera en silencio que la liga determine su destino.